Había sido amenazado por el narcotráfico por sus fervientes denunciasEl padre Juan Heraldo Viroche, de la localidad tucumana de La Florida, en la Argentina, apareció muerto esta mañana en su casa de la parroquia Nuestra Señora del Valle, de la que era párroco. Como afirmó el arzobispado de Tucumán, las circunstancias de su muerte están siendo investigadas.
El padre Juan era un conocido denunciante en la zona de los flagelos de la droga y la inseguridad.
“La inseguridad siguió creciendo, la venta de droga y las mentiras de quienes pueden sentarse a la mesa y dialogar buscando una solución no se hacen presente porque el interior (de la provincia) muchas veces solo sirve para tiempo de elecciones”, escribió recientemente en su muro de Facebook.
“El jueves 15 de setiembre se cumplirá un mes que mataron a golpes a un joven, constantemente hay robos de moto, celulares y más venta de drogas, y ojalá la realidad cambie, pero que cambie para bien, no soy profeta de calamidades pero esto está poniéndose muy feo”, escribió.
En la misma red había incluso denunciado una amenaza encubierta que había recibido: “Después se hizo una marcha en la sede parroquial por el robo de la corona de la Virgen que lejos de ser un robo fue una amenaza disfrazada de robo, me dijo la policía y varios de la comunidad parroquial”.
Según trascendió en la prensa local, la policía no registró signos de violencia en las primeras inspecciones del hogar en el que fue hallado el padre Juan.
Sobre la posibilidad de un asesinato, un fiscal local manifestó que los indicios indicarían un suicidio, aunque un fiscal general de la provincia lo descartó por la personalidad del sacerdote.
Según la agencia Télam, el padre Juan había expresado a allegados que estaba preocupado por las amenazas que estaba recibiendo.
Tanto desde el arzobispado de Tucumán como desde la Conferencia Episcopal Argentina llegaron mensajes de solidaridad y de pedidos por el pronto esclarecimiento.
Las muestras cariño de quienes conocían su labor se leen en redes sociales, y ya se convocó una marcha, el jueves a las 19, frente a la catedral de Tucumán.
Se realizará con rezo del rosario pidiendo por el esclarecimiento del hecho, y por todas las víctimas de la droga y el narcotráfico.