La altura de las torres y los riesgos que se puedan ocasionar en ellas han obligado a idear un sistema constructivo mediante piedra postensada
Hace unos días informábamos que el templo de la Sagrada Familia de Barcelona encara su recta final. Ahora se sabe más cosas de los detalles constructivos. El objetivo marcado de acabar las obras en el 2026 está cada día más cerca y el próximo octubre empezará a alzarse la torre de la Mare de Déu, que alcanzará los 140 metros de altura.
Unos meses después se iniciará la edificación de las cuatro torres de los evangelistas y la de Jesús. Esta última llegará a los 172,5 y superará de largo la actual grúa que despunta sobre el templo. Todas las torres, si el calendario que se han impuesto los responsables de la obra se cumple, estarán acabadas en el 2022 y empezarán a ser bien visibles a partir de 2018.
Las seis torres serán de piedra, no tendrán hormigón, pero estarán construidas como un rascacielos y contarán con las últimas tecnologías para cumplir con todas la normativas en materia de edificación. La obra no está exenta de dificultad técnica y así lo reconocen sus responsables.
Por eso, el arquitecto jefe del templo, Jordi Faulí, explicó ayer que para su construcción se utilizará un método que en gran escala no se ha empleado nunca en el mundo. “La altura de las torres y los riesgos que puedan ocasionar en ellas el viento o posibles movimientos sísmicos nos han obligado a idear un sistema constructivo mediante piedra postensada”, apuntó el arquitecto. Se trata de un método de paneles de piedra que en su interior tienen unas barras de acero tensadas que le dan una gran fortaleza y resistencia y que permite, al mismo tiempo, que las torres puedan ser más delgadas y ligeras.
Los grandes plafones se construyen en unos terrenos que tiene la Sagrada Família en el Bages y luego se trasladan montados hasta el mismo templo. Allí grandes grúas los alzan y colocan en su ubicación definitiva. No se trata de piezas pequeñas, ya que pueden alcanzar las 24 toneladas de peso, sobre todo las que se ubicarán en la torre de Jesús, que pesarán un mínimo de siete toneladas.
La torre de la Mare de Déu tendrá aristas de granito azul bahía de Brasil, que aportarán al conjunto un color azulado como el manto de la Virgen. A finales de año empezarán a despuntar las torres de los evangelistas. De hecho, adosadas a la de la Mare de Deú, ya se vislumbran estas edificaciones. No será hasta el 2018 cuando se perciba con claridad el crecimiento de la Sagrada Família.
Sobre la torre que cambiará el perfil urbano de Barcelona –la de Jesús– el arquitecto jefe explicó que los trabajos se están centrando ahora en colocar las primeras hileras de piedra entre la sala del crucero y el espacio interior de la torre. El núcleo central tendrá una escalera de caracol y un ascensor que conducirá hasta la cruz que será visitable.
El sistema constructivo de las seis torres que completarán el templo será muy similar al utilizado para la primera sacristía. De hecho, ha servido de modelo para poder empezar a construir las grandes torres. Según Faulí, el edificio está formado por doce paraboloides.
Las uniones entre estas estructuras se resaltan con unas grandes aristas de piedra de pórfido terminadas en pirámide que recorren el perfil parabólico hasta el pináculo. Faulí apuntó que el calendario se cumplirá si el ritmo de visitas se mantiene como en la actualidad.
En estos momentos, la Sagrada Família dispone de un presupuesto anual de 25 millones de euros. En los primeros seis meses del año, 1,7 millones de personas ya la han visitado. Respecto a la procedencia de los visitantes, los responsables explicaron ayer que se observa una consolidación del mercado estadounidense, que en su mayoría llega a Barcelona en crucero, y que representa el 18% de los visitantes. Le siguen franceses con un 16% e italianos, británicos y españoles, que representan un 10% cada uno.
Una vez finalice la construcción de las grandes torres se deberá aún alzar la sacristía de levante y tres capillas, y se reformará el actual museo. También se anunció que se ha incrementado la seguridad y que en un espacio en que ya se está trabajando se instarán escáneres y controles.
Artículo originalmente publicado por Forum Libertas