Iniciativas de lucha espiritual en México ante el asesinato de tres sacerdotes en una semanaHace poco más de un mes, la Iglesia católica mexicana enfrentó un acontecimiento traumático e inusual: tres sacerdotes fueron asesinados en una semana. Dos de ellos, los padres Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, servían en la diócesis de Papantla, en el Estado mexicano de Veracruz.
A partir de estos asesinatos, el obispo de la diócesis, José Trinidad Zapata Ortiz, ha escrito un comunicado que es, a la vez, petición de conversión a través de la oración para que las vocaciones sacerdotales no se detengan precisamente por la escalada de violencia que sufren los sacerdotes mexicanos.
Sin resultados
“Ahora que la situación de violencia se ha agravado al enraizarse en la sociedad con robos, extorsiones, secuestros y asesinatos, dice Zapata Ortiz, podemos palpar que la búsqueda de poder y dinero son los padres de la situación que estamos viviendo; y sus hijos, son la corrupción y la impunidad que están fuertemente arraigadas en nuestro país”.
Para el prelado, México sigue sin superar la crisis de moralidad, de legalidad y del tejido social que los obispos señalaron el año 2010 en su documento Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna.
“Los esfuerzos para combatir la violencia por parte del Estado no han dado los resultados que la sociedad espera para recuperar la paz y la tranquilidad en los hogares, en las calles o en los lugares de trabajo”, denuncia el obispo en su comunicado.
Más adelanta señala: “Si no se respeta a los seres humanos y sus derechos; si no se hacen políticas públicas que, respetando la autonomía de las realidades temporales, hagan un lugar a Dios en la sociedad, no se podrá revertir esta situación. Construir una sociedad sin Dios y más aún contra Dios, es ir por un camino de muerte y destrucción”.
Oraciones contra balas
Para enfrentar esta crisis, los obispos de Veracruz habían publicado, el 30 de noviembre del año 2014, un mensaje de Adviento en el cual convocaban a un docenario de oración en torno a la fiesta de nuestra Señora de Guadalupe (el 12 de diciembre) con el rosario, el ángelus y la oración por la paz.
A través de ese docenario pedían la conversión de los que provocan sufrimiento y muerte e invitaban “a consagrarnos a la Virgen de Guadalupe a nivel individual, familiar o comunitario y a orar permanentemente por la paz”.
También señalaban que el docenario “no debía ser un hecho aislado, sino el inicio de un proceso de mayor compromiso”.
Por lo anterior, en esta nueva coyuntura que viven Veracruz, México y América Latina, Zapata Ortiz reiteró la invitación a todos los sacerdotes y fieles para intensificar la campaña de oración por la paz con el rezo de una plegaria por la paz de las muchas que hay en la Iglesia católica; el rezo del ángelus, a la hora que se pueda, pero de manera especial a las doce del día.
Con el rosario en la mano
La interesante iniciativa del obispo de Papantla indica su deseo de “invitar a que todos, con rosario en mano, a la hora que puedan y donde puedan, pidamos a María el don de la paz”.
“Recemos el rosario todos los días con esta intención ya sea en forma privada o comunitaria, en sus capillas o en familia, en su casa o en sus grupos de oración para que la Santísima Virgen María interceda para que tengamos la paz que todas las familias deseamos”, pide.
“Creo que esta batalla sólo la podremos ganar de rodillas. A los adoradores nocturnos, o a quienes participan en capillas de oración perpetua les pido pedir a Jesús sacramentado la paz que necesitamos”.
“A los movimientos laicales y asociaciones de fieles cristianos les pido que en sus reuniones de oración no olviden orar diariamente por esta intención y por la unidad con la Iglesia diocesana de la que forman parte”, expresó en su invitación el prelado mexicano.
Pidió a los sacerdotes motivar la campaña, “especialmente con su testimonio de vida” y –como el papa Francisco hizo el 24 de agosto pasado, cuando suspendió la audiencia para rezar el rosario en San Pedro- participar “humildemente con o al frente de sus feligreses, buscando la ocasión más oportuna, en la oración del rosario o en la adoración eucarística en sus respectivas parroquias”.