El edificio que conocemos hoy, “la más grande de las iglesias de la cristiandad”, no es el primero en haber sido erigido sobre el sepulcro del primer Papa.
En el sitio sobre el que hoy se levanta la Basílica Papal de San Pedro han existido iglesias desde aproximadamente el siglo IV, un par de siglos después de que Pedro muriese mártir, crucificado cabeza abajo –por considerarse él mismo indigno de morir del mismo modo en el que muriese Cristo-, en el año 64, cuando los cristianos fueron culpados del gran incendio de Roma durante el mandato de Nerón. Allí, una gran roca de color rojo –símbolo de la “piedra” que es Pedro, y de su martirio- indicaba para los cristianos el lugar en el que se había enterrado al primero de los Papas. Años más tarde, el sitio ya se había convertido en una especie de pequeño santuario, sobre el cual, durante el mandato del emperador Constantino y el pontificado de Silvestre I, se construyó la llamada Antigua Basílica, entre los años 326 y 330.
¿Cómo lucía esa Antigua Basílica, en la que el mismo Carlomagno fue coronado como emperador en el año 800, en el templo que conocemos hoy? Esta increíble animación de Academia Play te lo explica claramente.