Crece la oposición de la Iglesia católica en California a la legalización del uso recreativo de la marihuanaLa pregunta de legalizar la marihuana desata alta incertidumbre entre los ciudadanos y, desde luego, entre los católicos: lo constata el arzobispo de San Francisco (California), Salvatore J. Cordileone, en un importante comunicado en el que se opone a la legalización de la marihuana para uso recreativo en el Estado de California.
Cuando el Estado de Washington legalizó el uso recreativo de la marihuana, las muertes de tráfico relacionadas con el estupefaciente se duplicaron, recordó el obispo. Y las visitas a la sala de emergencia han aumentado bruscamente en Colorado principalmente las de niños que consumen productos de marihuana comestible.
“Durante la primavera, aquí en San Francisco, 19 personas han ido a la sala de emergencias cuando sin saberlo ingirieron dulces que contenían marihuana durante una celebración”, informó el prelado estadounidense.
Consecuencias peligrosas
En California, la Proposición 64 pedirá a los votantes que apoyen la legalización del uso de la marihuana “con fines recreativos”.
“Como estos dos estados (Washington y Colorado) han demostrado, un cambio tan dramático tendrá consecuencias radicales, algunas previsibles y otras no anticipadas. ¿Por qué queríamos la legalización de una sustancia con tales impactos potencialmente peligrosos, especialmente cuando no entendemos la magnitud de esos impactos?”, se preguntó Cordileone.
“Increíblemente, se está pidiendo a los votantes de California permitir el uso generalizado de la marihuana a pesar del hecho de que, a diferencia del alcohol, no existe un estándar fiable para medir el efecto que el consumo de marihuana tiene en un conductor”, escribió en su comunicado el purpurado.
Engañarse a uno mismo
En una confesión inusitada, Cordileone recuerda que hace cuatro años él mismo fue encontrado con .08 de alcohol en un centro de control de carretera no obstante se sintiera seguro al volante. Eso es “engañarnos a nosotros mismos” y despreciar la vida de los demás.
Si eso sucede con el alcohol, donde hay medias estrictas, ¿qué no podrá suceder con la marihuana donde no existen ni estudios ni estándares para lo que podría ser el consumo mínimo para no distorsionar la realidad, por ejemplo conduciendo un auto?
“En el caso de la marihuana, los efectos no se entienden completamente y los estándares propuestos son arbitrarios”, dijo el arzobispo de San Francisco.
De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación para la Seguridad Vial, las muertes de tráfico se duplicaron en Washington después de la legalización. Por lo demás, el año 2014, uno de cada seis conductores implicados en un accidente fatal había utilizado recientemente marihuana. Y Colorado está viendo resultados similares.
Paralelismo con el tabaco
“Hay muchas más razones para cuestionar la sabiduría de la legalización de la marihuana. Por ejemplo, envía un mensaje a los niños que el consumo de drogas es aceptable”, escribió en su comunicado Cordileone.
Finalmente recordó cómo durante muchos años, entre los adolescentes, fumar era una moda, hasta que se hicieron evidentes los peligros del tabaco y tomó décadas para que la tasa de fumadores llegara a los niveles bajos de hoy en día. ¿Legalizar la marihuana seguirá el mismo patrón?
“Nadie sabe la respuesta a muchas de estas preguntas inquietantes y es por eso que estoy personalmente en contra de la Propuesta 64, y los invito a votar en contra de ella también. El costo en vidas es inaceptable. El paralelismo con otras sustancias como el tabaco es demasiado llamativo. Y el impacto en nuestros jóvenes demasiado incierto”, termina diciendo el comunicado de Cordileone.