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¿El próximo milagro de Lourdes?

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Lucandrea Massaro - publicado el 16/11/16
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Una niña de 7 años sorda de nacimiento se quita el aparato y dice: “ahora oigo”“Yo creo, tengo fe: de otra manera no habría venido a Lourdes. Pero quiero estar con los pies sobre la tierra. Quiero pruebas de la ciencia. Porque no se bromea sobre estas cosas” así dice la feliz pero pragmática mamá de la pequeña niña, sorda casi desde el nacimiento. Durante un viaje a Lourdes con Unitalsi con la sencillez y la gracia que sólo los más pequeños tienen, la niña se quitó el aparato acústico y dijo: “Oigo bien, ya no los necesito”. Una alegría infinita también por parte de los 225 peregrinos que partieron de Lombardía para ir al santuario mariano francés.

Informó sobre la noticia en mayo el periódico Avvenire, que ha contactado también con el director de la peregrinación, Giuseppe Secondi, quien cuenta el estupor al oír el inédito diálogo entre la madre y la hija, mientras interrumpía los juegos con la pequeña: “Cuando le dije a la pequeña que no podía jugar con ella porque tenía cosas que hacer, volvió a su mamá y la vi quitarse los aparatos acústicos sin los cuales está condenada a la sordera –cuenta Giuseppe-. Su madre le dijo que se los pusiera y ella respondió: ‘Oigo bien, ya no los necesito’”.

La mujer está aquí con la hija y el segundogénito, el tercer hijo (11 meses) y el marido en casa por cuestiones de trabajo. La familia vive en Liguria y se añadió al grupo lombardo para una peregrinación que debía ser de agradecimiento a la Virgen porque tras las complicaciones del nacimiento, la niña, a pesar de todo, estaba sana y llena de vida.

“Sí, mi hija está sorda prácticamente desde el nacimiento –explica la mujer-. Nació de 26 semanas, el día de Navidad de 2009. Debía nacer al inicio de abril. Pesaba 800 gramos. Pasó tres meses en el Gaslii de Génova. Para salvarla le dieron medicinas que le provocaron algunas hemorragias cerebrales y le ‘quemaron’ los canales auditivos. Los exámenes detectaron que padecía sordera profunda y en ambos oídos. Necesita los aparatos acústicos”.

Y “una mañana me dije: tengo que llevar a mi hija a Lourdes. Para agradecerle a la Virgen que la ha protegido: corría peligro su vida, lo ha logrado y es una niña serena y feliz. Pero también para pedir apoyo, para encontrar la fuerza de enfrentar, ella, yo, todos nosotros, este camino de vida tan exigente”.

Y continúa: “Es la primera vez que venimos a Lourdes. Y fue una experiencia conmovedora y bellísima”.

Ahora en el Bureau des Constatations Médicales de Lourdes quieren toda la documentación pasada antes de hacer cualquier evaluación y ofrecer cualquier opinión.

“He realizado treinta viajes a Lourdes –dice finalmente Giuseppe Secondi– y he visto muchas cosas, y dolorosas, y conmovedoras. Pero así, nunca. Esto es realmente la peregrinación de la misericordia”.

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