Cuando se está con la gente pueden pasar varias cosas“Lo que hace daño es el aislamiento, no la compartición. El aislamiento es caldo de cultivo para el miedo y la desconfianza e impide disfrutar de la fraternidad”, dijo el papa Francisco este 24 de noviembre en un video mensaje enviado al festival de Doctrina Social de la Iglesia que se realiza en la ciudad italiana de Verona.
El festival tiene como tema: ‘En medio a la gente’ y presenta la socialización como elemento dinámico de crecimiento de la persona y su entorno.
En antítesis de la soledad silenciosa, aisladora, angustiante y constante que se empecina en imponerse entre aplicaciones para Smartphone y redes sociales con miles de amigos virtuales y ninguno para pedirle un favor en la necesidad.
Estar con la gente sin buscar protagonismo, el modelo mariano
Así, Francisco pone a la Virgen María como ‘modelo’ para saber “estar en medio de la gente”. “Ella es sierva, es humilde, es misericordiosa, está en camino con nosotros, es concreta, no se pone nunca en el centro del escenario, pero es una presencia constante”.
Pontífice se inspira en la madre de Jesús para contrarrestar la manía de protagonismo irrefrenable que excluye al más débil o al más vulnerable.
“Si nos fijamos en ella encontraremos la mejor manera de estar en medio de la gente. Si la miramos podremos recorrer todos los senderos de lo humano sin miedo y sin prejuicios; con ella podremos llegar a ser capaces de no excluir a nadie”.
Estar con los demás es dejarse encontrar
Por otro lado, explicó que existen más riesgos cuando nos aislamos que cuando nos abrimos a los demás. Nos hacemos y causamos daño con el cierre y el rechazo.
Ahí incumbe la soledad que golpea pensionados, enfermos, adolescentes, desempleados, viudos, emigrantes, pobres, damnificados, entre otros individuos de sociedades que se jactan de la modernidad del individualismo, donde se ensombrece el destello que proviene de los demás.
El Pontífice exhorta a las personas a salir de ellas mismas, de hacerse cargo de alguien. “Cuando nos ocupamos de los demás nos complicamos menos la vida que cuando estamos centrados solamente en nosotros mismos”.
“Estar en medio de la gente no significa solamente ser abiertos y encontrar a los demás, sino también dejarse encontrar”, abundó.
Es que somos nosotros a necesitar de los otros “para poder participar en todo lo que solamente los demás nos pueden dar”.
Estar con los demás es una escuela de vida
El Obispo de Roma subraya el tesoro de las relaciones: “De los demás recibimos más de lo que damos”. “Son innumerables las historias de solidaridad, de ayuda, de apoyo, vividas en nuestras familias y en nuestras comunidades”.
“Es impresionante cómo algunas personas viven con dignidad las dificultades económicas, el dolor, el trabajo duro, las pruebas. Cuando encuentras a estas personas sientes de cerca su grandeza, y es como si una luz te mostrase con claridad que se puede cultivar una esperanza para el futuro”, dijo
El bien es más fuerte que el mal mirando a los ojos de los demás, incluso como aliciente para el dolor. “Estando en medio de la gente tenemos acceso a la enseñanza de los hechos”.
Estar con los demás es algo más grande
“Cada uno de nosotros es parte de un pueblo…La vida concreta es posible porque no es la suma de tantas individualidades, sino la articulación de tantas personas que contribuyen a la creación del bien común”.
“Estar juntos nos ayuda a ver el conjunto. Cuando vemos el conjunto, nuestra mirada se enriquece y resulta evidente que los papeles que desempeña cada uno dentro de la dinámica social nunca pueden ser aislados o absolutos”, añadió.
Estar con los demás para tomar buenas decisiones
El Papa habló de las decisiones separadas de la vida del pueblo.“Cuando el que manda es más importante que el pueblo y las decisiones las toman unos pocos, o son anónimas, o están siempre dictadas por emergencias verdaderas o presuntas, la armonía social se ve amenazada y las consecuencias son graves para las personas: aumenta la pobreza, peligra la paz, manda el dinero y la gente está mal”.
Por lo tanto, “estar en medio de la gente no solamente hace bien a la vida del individuo, sino que es un bien para todo el mundo”, constató.
Estar con los demás por la riqueza de la diversidad
El Papa pone de manifiesto “la pluralidad de colores, culturas, razas y religiones” que nos “enseña la riqueza y la belleza de la diversidad”.
La violencia contra la pluralidad es la que tiende a la uniformidad en contraste a la “pluralidad de pensamientos y acciones a una sola manera de hacer y de pensar”.
“Cuando estás con la gente percibes la humanidad: nunca existe solamente la cabeza, siempre existe también el corazón; hay más sustancia y menos ideología. Para resolver los problemas de la gente hay que empezar desde abajo, ensuciarse las manos, tener valor, escuchar a los últimos”.