Debía ser un parto sin sorpresas, pero lo que los médicos vieron los dejó con lágrimas en los ojosSarah Thistlehwaite, de Ohio, en Estados Unidos, es una de las personas más afortunadas del mundo. Ella tuvo un embarazo muy poco común, donde diversos factores inusitados desempeñaron un papel crucial para que un fenómeno muy raro sucediera.
Años antes, le habían informado de que no podría tener hijos. Entonces, cuando descubrió que estaba embarazada, fue una gran sorpresa. Todo fue bien y 9 meses después, ella dio a luz a un niño.
Poco tiempo después, se quedó impresionada cuando se dio cuenta de su enorme suerte: estaba nuevamente embarazada. Y de gemelos. Y como si eso no fuera suficientemente raro, la futura mamá esperaba una pareja especial: los llamados gemelos monocigóticos, que comparten no sólo la placenta, sino también el saco amniótico.
Las posibilidades de que eso suceda son de 1 en 10 mil. Además, este tipo de embarazo conlleva mayores riesgos para los bebés y para la madre. Por eso, Sarah tuvo que pasar casi 2 meses en la cama del hospital.
En su 34ª semana de embarazo, Sarah necesitó someterse a una cesárea y, nuevamente, los bebés sorprendieron a todos: fueron retirados del útero tomados de la mano.
Sus padres orgullosos las llamaron Jenna y Jillian. Por coincidencia, las gemelas nacieron el día de la madre. Para Sarah, fue un regalo mágico. Fueron tantos los factores increíbles, que la pareja logró apenas sonreír de oreja a oreja y se sintieron muy afortunados, según informó en mayo de 2014 el diario Mirror, entre muchos otros medios de comunicación.
Desde entonces, las pequeñas han crecido alegres y saludables. Ya celebran su primer cumpleaños y le recuerdan a la familia diariamente su gran suerte.
El nacimiento de las gemelas tomadas de la mano emocionó a miles de personas alrededor del mundo. Este momento poético muestra que el amor entre hermanos empieza muy temprano. Si tú también tienes hermanos, comparte esta linda historia.
Por Não Acredito