Gracias a su aporte profesional y social fue distinguida también como la primera senadora latinoamericana en CanadáRosa Gálvez cambió su carro eléctrico por una bicicleta. A sus 55 años recicla metales, vidrios, plásticos y hasta produce “compost”, con desechos orgánicos. Sola contra el mundo, intenta ponerle freno al cambio climático. Para la ingeniera geoambiental, estamos cerca de un punto de no retorno.
De niña disfrutaba de la oscuridad en la chacra de Chota, en la región Cajamarca, sierra del Perú, mientras pasaba las vacaciones en casa de la abuela, junto a sus animales y árboles frutales. “No tener luz era agradable”, recuerda la ahora primera senadora latinoamericana en Canadá.
A pocos días de oficializarse su designación, la investigadora se prepara para representar a la ciudad de Quebec en el Senado. A inicios de noviembre fue convocada por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no por su militancia política, sino más bien por sus méritos científicos.
Méritos de una científica peruana
La PhD Rosa Gálvez busca no romper el vínculo entre naturaleza y sostenibilidad. La creación de nuevos conceptos en ingeniería, así como sus principales logros como investigadora medioambiental, la han convertido en todo un referente internacional para Perú.
El cuidado del agua, los desechos sólidos, y la calidad del aire, son algunos temas prioritarios que la también ingeniera civil por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) pondrá en práctica al asumir el cargo.
“Cuando uno hace lo que le gusta, cada mañana se despierta motivado porque haces lo que te apasiona, y sabes que es por un bien colectivo”, comenta para el diario peruano La República.
Interesada en minimizar los impactos del cambio climático Gálvez, logró hacer realidad el programa de Ingeniería de Aguas en la Universidad Laval de Canadá, donde enseña desde 1994.
“La falta de recursos naturales, las grandes migraciones y el flujo de personas, ocasiona graves alteraciones al ecosistema”, indica, y es ahí donde apuntarán sus nuevas políticas de gobierno.
Mujer de ciencias
Colecciona orquídeas en su casa en Canadá desde que uno de sus enamorados tuvo para ella este piropo: “Tú eres como una orquídea por qué no necesitas tierra para crecer”. La mujer ingeniera dice que en el mundo de las ciencias ha logrado destacar por saber de vinos y de fútbol. Sonríe y agrega: “No es común para una mujer declararse amante de los números”.
Ahora le toca servir a este país a donde llegó sola, desde hace 30 años. Con tres hijos y un esposo con el que comparte horas de intenso futbol, la profesional juega como defensa y arquera de los equipos de Quebec.
“Star Teacher”, “Inmigrante notable”, “Premio orgullo peruano”, son algunas de las distinciones que ha obtenido gracias a la labor medioambiental que realiza. Ahora más que nunca se siente comprometida a seguir aportando sus conocimientos para batallar frente a las secuelas del cambio climático.
De esta forma el aporte profesional y social de esta mujer peruana le ha permitido ser convocada como uno de los seis miembros del Senado de Quebec en Canadá.