Navidad, un tiempo para compartir alegría y fe con quienes menos tienen Compartir alimentos con los menos favorecidos de la sociedad es una de las tantas acciones solidarias que suelen fortalecerse en tiempos de Navidad. Sin embargo, un grupo de jóvenes ecuatorianos decidieron, otra vez, ir más allá.
El lugar elegido es el cantón Samborondón, cercano a la ciudad de Guayaquil, y los protagonistas son voluntarios vinculados al Movimiento de Vida Cristiana (MVC), junto a Fundación Acción Solidaria.
Y el objetivo consiste trasmitir el verdadero sentido de la Navidad, por lo tanto, compartir también una jornada de alegría y oraciones que no se agote en el pan.
Y así lo confirma Vanessa Viteri, una de las coordinadoras de esta obra cargada de solidaridad, en diálogo con El Universo de Guayaquil. “Compartir con aquellos que menos tienen no solo una canasta con víveres, sino también alegría y oración”, expresa.
Cerca de 10.000 personas son las beneficiarias por esta campaña de solidaridad con rostro joven, que se denomina Navidad es Jesús (que desde hace años se realiza también en otros países de la región como Perú y Colombia y que pretende justamente devolverle el verdadero sentido a la Navidad).
En cuanto al reparto de canastas, los jóvenes las arman gracias a las donaciones que llegan desde diferentes sectores de la sociedad. Por ejemplo, en Villa Mercedes, la distribución será el próximo 18 de diciembre.
El encargado general de la campaña, Ronny Macías, también brindó algunas consideraciones en diálogo con El Universo.
“También se puede entregar ayuda económica para poder adquirir la canasta. Nosotros hacemos otras actividades, como la colecta de juguetes, venta de dulces y recaudación de fondos en las calles. La canasta y la celebración navideña son una parte más dentro de este acompañamiento que damos (a las familias) durante todo el año”, expresó.
De la campaña solidaria participan alrededor de 1.000 personas que viven en ciudades como Guayaquil, Quito y Manta. En este caso son jóvenes quienes se encargan de la ardua tarea, aunque con la ayuda de toda clase de personas.
Este sábado se suma una nueva acción conocida como Pan para mi Hermano cuyos destinatarios son personas de escasos recursos que reciben todas las semanas además de un plato caliente una palabra de aliento. Esta cena navideña será en el centro de Guayaquil.
El agradecimiento se percibe en el rostro de quienes reciben esta colaboración en alimentos y utensilios, además de esta “cariñoterapia”, diría el Papa Francisco,
Es difícil expresar esto en palabras, reconocen los propios protagonistas de esta campaña, que en definitiva terminan dotando de rostro joven a la solidaridad en Ecuador, algo que tampoco se limita al tiempo de Navidad.