separateurCreated with Sketch.

Políticos argentinos piden que Laura Vicuña sea declarada Santa

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Esteban Pittaro - publicado el 04/01/17
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Proponen a Laura patrona de los refugiados y las mujeres que sufren violenciaLa beata Laura Vicuña falleció en 1904, pero su testimonio de vida y las cruces por las que debió pasar en su corta vida tanto en su Chile natal como en la Argentina parecen aún hoy vigentes. Por eso, y para que quienes sufren algunos de los males que Laura Vicuña tuvo que soportar encuentren en ella un apoyo y sostén, un grupo de políticos argentinos promueven un proyecto de declaración para que el Papa Francisco impulse la canonización de la beata.

El grupo, entre los que se encuentra el diputado nacional socialdemócrata Juan Brügge, quien sería pariente de Vicuña, propone a Laura como patrona de los refugiados y las mujeres que sufren violencia.

Recordando la vida de la niña, explican que la Beata, según recogió la agencia AICA, “fue una niña chilena que (con) su madre viuda tuvo que emigrar a la Argentina por persecución política, algo así como refugiada política. (…) Ella y su madre sufrieron violencia intrafamiliar en nuestro país por un varón, y dio su vida para que su madre se convierta y deje al hombre que ejercía violencia contra ella”.

Laura Vicuña nació en Santiago, Chile, el 5 de abril de 1891. Tras la muerte de su padre, y en el medio de una persecución política contra su familia paterna, su madre Mercedes emigra con ella y su otra hija Julia a la Argentina en 1900.

En la ciudad de Junín de los Andes Laura ingresa al colegio internado de las Hermanas Salesianas de María Auxiliadora, donde sueña con ser religiosa, y al año toma su primera comunión. Mientras tanto, su madre se une en unión libre con Manuel Mora, unión que Laura, advierte en el colegio, no era agradable a los ojos de Dios.

Laura, quien era además acosada por Mora, se resiste y se opone a los abusos de Mora, quien rehúsa seguir pagando su educación y le propina una severa golpiza. Aún cuando la familia salesiana se ofreció a hacerse cargo de la educación de Laura, ella no olvidaba la situación de su madre, e hizo una promesa a Dios: “Señor, que yo sufra todo lo que a Ti te parezca bien, pero que mi madre se convierta y se salve”.

Dos años después, por ayudar a la intemperie a las más pequeñas de su colegio durante una inundación en pleno invierno, Laura enferma y agoniza. En su lecho de muerte, confiesa a su madre: “Mamá, desde hace dos años ofrecí mi vida a Dios en sacrificio para obtener que tú no vivas más en unión libre. Que te separes de ese hombre y vivas santamente”. Ese día su madre inició una nueva vida.

Ver además: http://es.aleteia.org/2016/01/22/la-nina-que-ofrecio-su-vida-por-su-madre/

Beatificada en 1988, la fama de santidad de Laura Vicuña ha trascendido la familia salesiana, e incluso las fronteras de Argentina y Chile. En países como Lesotho, Malta, Israel, entre otros, la familia salesiana ha logrado que el nombre de Laura acompañe colegios, capillas, y su testimonio siga siendo vigente.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.