51 de cada 100 empresarios que viven en Nueva York han nacido en el extranjeroPara nadie es un secreto que Nueva York representa a la ciudad más poderosa de Estados Unidos y del mundo occidental. Además, históricamente, ha sido puerta de entrada de oleadas de inmigrantes, muchos de ellos venidos de Europa, huyendo de la guerra, de la pobreza, del hambre.
Gran cantidad de inmigrantes han establecido ahí sus negocios; se han quedado a vivir y a producir en la otrora llamada “Babel de Hierro”, de tal suerte que en la actualidad 51 de cada 100 empresarios que viven en Nueva York han nacido en el extranjero, según datos del rotativo El Diario publicados el pasado miércoles.
Y tanto influyen los extranjeros en la productividad neoyorquina que para el contralor de esta ciudad, Scott Stringer, las amenazas a esta población nacida fuera de las fronteras de Estados Unidos “se convierte en una amenaza a buena parte de la población de la ciudad y su economía”.
De acuerdo con los datos que maneja el contralor de Nueva York, esta enorme ciudad tiene actualmente 3.3 millones de personas que nacieron fuera de las fronteras de Estados Unidos. Representan 40 por ciento de la población total y 44 por ciento de la fuerza laboral neoyorquina.
El propio Stringer ha pedido a los habitantes de Nueva York que mantengan su legado de ciudad abierta a los extranjeros, haciéndose eco de ciudades como Chicago o Los Ángeles, que se han declarado “ciudades santuario”, en las que se protegerán los derechos humanos de los indocumentados (y que han sido amenazadas de que se les retirarán fondos federales por tal acción).
Imperativo moral y económico
“Cuando los inmigrantes son amenazados, cuando su capacidad para vivir, trabajar y apoyar a sus familias está comprometida, nuestra ciudad entera paga un alto precio”, explicó a El Diario Stringer, quien abundó que los inmigrantes que viven en la ciudad se embolsan 100,000 millones de dólares anuales (39 por ciento de lo que ganan los trabajadores en la ciudad).
Además, explicó Stringer, los inmigrantes que viven en Nueva York “son clave” en el sector de las tecnologías (47 por ciento de lo trabajadores), los servicios médicos (50 por ciento de quienes laboran en este sector) y el análisis financiero, por citar algunas áreas económicas. Además son la mayor parte de la red de empresarios de la ciudad ya que 83,000 de ellos lo son (51 por ciento del total).
Su contribución a las arcas públicas “no es nada desdeñable” porque como contribuyentes pagan unos 8,000 millones de dólares en impuestos personales a la ciudad y el Estado y otros 2,000 millones más en tributos por la propiedad. De hecho 46 por ciento de las viviendas están en propiedad de estos nacidos fuera de Estados Unidos por lo que –según Stringer– no solo hay un imperativo moral “para estar comprometidos con los valores y oponerse a políticas antiinmigrantes, sino que además hay un imperativo económico. Las contribuciones que los inmigrantes hacen a nuestra economía son enormes“.
Según los datos de la controlaría en Nueva York, en la actualidad viven ahí personas nacidas en 150 países. La mayor comunidad es la dominicana con 453,176 habitantes, 13.7 por ciento del total de los nacidos en el extranjero. Tras ellos, la comunidad china es 10 por ciento, seguida de la jamaicana (5.6 por ciento) y la mexicana (5.4 por ciento).