“El precio que has pagado por nosotros es sin medida”Jesús, cuando contemplo el don de tu sangre,
me gozo de su inestimable valor,
porque una sola gota hubiera sido suficiente
para salvar a todos los pecadores.
Aunque el pecado sea un abismo de mal y de ingratitud,
el precio que has pagado por nosotros es sin medida
y es por ello que cada alma puede confiar en tu Pasión y poner toda tu esperanza en tu misericordia.
Dios no negará a nadie su misericordia.
El cielo y la tierra pueden cambiar,
pero la misericordia del Señor jamás se agotará (cf Mt 24,35).
Oh, cómo arde de gozo mi corazón cuando veo, oh mi Jesús,
tu inconcebible bondad.
Deseo hacer llegar a todos los pecadores a tus pies
para que alaben tu amor infinito por siglos sin fin.
Artículo originalmente publicado por Oleada Joven