Una hogaza de pan descubierta en Herculano revela sus secretos, gracias al chef Giorgio Locatelli
En 1930, en las ruinas de una panadería en la antigua ciudad romana de Herculano, en las laderas del Vesubio, un grupo de arqueólogos hizo un hallazgo inesperado: los restos de una hogaza de pan del año 79 DC. Años más tarde (ochenta y tres años más tarde, para ser exactos, en 2013), el Museo Británico invitó al chef Giorgio Locatelli a participar en una exposición, “Pompeya En Vivo”. Su tarea: preparar un pan al modo romano, a partir de los restos carbonizados del que habían hallado en Herculano en la primera mitad del siglo XX.
Si bien la receta se parece bastante a la de cualquier masa moderna, pero también guarda ciertas distancias que le dan un carácter particular. Entre ellas, el hecho de que la corteza del pan se marcaba con un sello. Esto sugiere que, lejos de tener un horno en la propia casa, generalmente la gente horneaba en hornos comunales y, para evitar confusiones, estampaba un sello personal en la masa, aún fresca, y la dejaba horneando mientras iba a atender otros asuntos. Al inicio de este texto, incluimos el video de Locatelli haciendo el pan, compartido originalmente por Ayun Halliday en su post en Open Culture.