El Pontífice aseguró que la Iglesia se siente en la obligación de repeler el odio contra los judíos El Papa Francisco lamentó que aún hoy haya antisemitismo e insistió en repeler el ‘odio’. “Por desgracia, la actitud antisemita, que nuevamente lamento, en todas sus formas, como contraria a los principios cristianos y a cada visión que sea digna del hombre, todavía está muy extendida en la actualidad”.
Lo hizo este jueves 9 de febrero en la Sala de los Papas del Palacio Apostolico del Vaticano, durante el encuentro con los miembros del Anti-Defamation League, grupo fundado en los Estados Unidos en 1913 y que mantiene relaciones estrechas con la Santa Sede.
“La Iglesia católica se siente especialmente en la obligación de hacer todo en su poder, junto con nuestros amigos judíos, para repeler las tendencias antisemitas”, aseguró el Pontífice: “Hoy más que nunca, la lucha contra el antisemitismo puede beneficiarse de herramientas eficaces, como la información y la formación”
El Papa recordó su visita y cómo rezó en silencio en el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau el 29 julio de 2016. “No hay palabras y pensamientos adecuados de frente a tales horrores de crueldad y pecado; existe la oración, para que Dios tenga misericordia y porque esas tipos de tragedias no se repitan”.
Por eso, exhortó a ayudarse “unos a otros”, como lo pedía el Papa Juan Pablo II (12 marzo 1998), en “activar la memoria” para “construir” un futuro para que no se repita la “maldad indecible” de la Shoah (Holocausto).
“Si la cultura del encuentro y la reconciliación genera vida y produce esperanza, la no-cultura del odio siembra muerte y cosecha desesperación”, dijo.
El Papa agradeció el trabajo realizado por la Delegación del “Anti-Defamation League” y aseguró que acompaña esta lucha contra la difamación. Una iniciativa para educar y promover el respeto de todos y para proteger a los más débiles.
Asimismo, reiteró que la vida humana es un “tesoro sagrado” para proteger “desde la concepción hasta el final”, además de “la protección de la dignidad”. De esta manera, se previene “cualquier forma de violencia”, añadió.
En su discurso, el obispo de Roma lamentó el “exceso de violencia” que existe en el mundo. Por ello, el llamado de su pontificado a “la no violencia” como método para combatir el mal, “que no significa pasividad, sino la promoción activa del bien”.
De hecho, “si es necesario eliminar la hierba del mal, es aún más urgente sembrar el bien: cultivar la justicia, mejorar la armonía, apoyar la integración, sin desmayar; sólo así se podrá recoger frutos de paz”.
“Proporcionar los medios para una vida digna, promover la cultura y fomentar en todos lados la libertad de culto, proteger los creyentes y las religiones de toda manifestación de violencia y evitar toda “instrumentalización”, recomendó el Papa Francisco.
Finalizó su intervención manifestando el deseo de la Iglesia católica a continuar el camino y el compromiso de amistad y confianza en las relaciones con la comunidad judía. “¡Shalom alechem!”
Francisco agradeció a Dios porque sin duda Él se alegra “de ver la amistad sincera y los sentimientos fraternales de amistad y sentimientos sinceros que animan hoy a Judíos y Católicos” (Sal 133,1.3).