Dos hermanos, una silla de ruedas y un largo y apasionante Camino de Santiago A su manera, una manera única, emocionante, desafiante: así realizaron el Camino de Santiago estos dos hermanos, superando límites. Juan Luis tiene problemas de movilidad. Pero eso no impidió que, del 13 de septiembre al 22 de octubre de 2016 avanzaran juntos más de 800 kilómetros, de Roncesvalles hasta Santiago de Compostela, entre la lluvia y las piedras hasta llegar, literalmente al fin de la Tierra, Finisterre.
Su aventura, aseguran, cambió sus vidas, pero además se convirtió en un bello canto al amor, que ha quedado plasmado en este emocionante video.
“Queríamos demostrar que las barreras mentales son los primeros enemigos a los que nos encontramos a la hora de emprender una idea, un proyecto o cualquier otro paso a dar en la vida -explica Oliver-. Emprendimos el camino en solitario, pero muy pronto forjaríamos una gran familia en el camino que no mostraría, una vez más, que los únicos límites que existen son los que nosotros mismos nos ponemos”.
“Ni Juan Luis ni yo somos grandes caminantes, por lo que el reto para ambos fue todavía mayor -reconoce-. Comenzamos el Camino en solitario junto a nuestra madre, quien nos sirvió de apoyo logístico con la ya legendaria furgoneta de Camino Sin Límites”.
“No teníamos ni idea de lo que nos depararía esta aventura, pero una cosa si estaba clara: que no fallaríamos a nuestro lema de mirar siempre hacia adelante, de seguir empujando“, añade.
Después de ver la hazaña de Camino sin límites, ¿quién no encuentra fuerzas para avanzar entre las dificultades de la vida y creatividad para compartirlo a pesar de las limitaciones que puedan existir? ¡Ultreya!