Por egoísmo se arruinan las fuentes de vida como el agua, dice en la audiencia general“No nos dejemos llevar por la desilusión o el pesimismo”, expresó el papa Francisco este 22 de febrero de 2017 durante la audiencia general que vuelve a realizarse en la plaza de San Pedro con la primavera que asoma con días mas cálidos en Roma, tras una serie celebrada en el Aula Pablo VI.
El Pontífice ha continuado un ciclo de catequesis sobre el tema de la esperanza cristiana y recordó que “los cristianos viven en el mundo y sufren los signos del mal y del egoísmo”, pero al mismo tiempo, “con los ojos de Cristo resucitado” no deben dejarse tocar por el pesimismo y el desengaño.
“El cristiano” ve todo con “los ojos de la Pascua; sabe que ahora vive un momento de espera, que va más allá del momento presente”, dijo. Francisco centró el mensaje de su catequesis en el paso del Evangelio: “en la esperanza nos reconocemos todos salvados” (cfr. Rom 8, 19-27).
El Papa reiteró que el cristiano con ojos nuevos ve más allá del mal. “El Señor quiere sanar con su misericordia los corazones heridos y humillados. Todo lo que el hombre ha desfigurado en su impiedad, Él lo recrea y reconcilia en su amor“, aseguró.
El Obispo de Roma lanzó un mensaje de esperanza para el cuidado de la creación, que es fuente de vida, para no caer en la tentación de “pensar” que “es de nuestra propiedad”, “una posesión que podemos utilizar a nuestro gusto y de la que no hay que dar cuenta a nadie”.
“El Señor no nos deja solos”, en el “panorama sombrío” da “liberación” y “salvación”, aseguró, e invitó a escuchar “los gemidos” de la humanidad y de la creación que sufre. “Son los gemidos de una mujer de parto”, pero que dan vida nueva.
La esperanza cristiana es saberse salvados por el Señor a pesar del pecado. “Y en nuestro caso es realmente así. Todavía estamos luchando con las consecuencias de nuestro pecado y todo lo que nos rodea, todavía lleva la marca de nuestros esfuerzos, de nuestros defectos, de nuestros cierres”, agregó.
Apelo por el agua
Dejando las hojas preparadas y mirando al público, realizó un llamamiento por el cuidado del agua y para evitar desperdiciarla en la minería (práctica de explotación del oro).”El agua nos da la vida. Nos ayuda en todo, pero para explotar los minerales cómo se contamina el agua y se ensucia la creación y se destruye la creación. Esto es un ejemplo, existen otros”.
El egoísmo arruina las cosas más bellas que Dios ha confiado al hombre. Así sucede también para la creación. “¡El orgullo humano explotando la creación destruye!”, señaló.
Apelo por Sudán del Sur
Por último, el papa Francisco lanzó un llamamiento por la situación de Sudán del Sur donde “un conflicto fratricida” se une a una “grave crisis alimentaria” que “condena a morir de hambre a millones de personas”, especialmente “niños”.
El Pontífice pidió una ayuda concreta más allá de las meras “declaraciones” para que lleguen las ayudas de alimentos a las poblaciones que sufren.
La audiencia terminó con el canto del Padrenuestro y la bendición apostólica. Por último, un grupo de artistas de circo ofreció un espectáculo, arrancando los aplausos.