Declaración de Boston: Hacia una teología que se hace cargo de los conflictos y transita por las periferiasEl Primer Encuentro Iberoamericano de Teología realizado del 6 al 10 de febrero de 2017 en el Boston College de Boston, Massachusetts, ha emitido una declaración en la que pone de manifiesto el impulso que le ha dado al continente americano la presencia y la acción del Papa Francisco como primer Vicario de Cristo latinoamericano.
Bajo la coordinación de Rafael Luciani y Félix Palazzi (Venezuela) así como de Carlos María Galli y Juan Carlos Scannone SJ (Argentina), las teólogas y los teólogos reunidos en Boston reafirmaron su opción por los pobres y excluidos.
“América Latina y el Caribe no es la región más pobre en términos económicos, pero sigue siendo la más desigual. La causa no está ni en la renta ni en la herencia, como en Europa o Estados Unidos, sino en una distribución desigual de los ingresos y las oportunidades, incluyendo la inequitativa propiedad privada concentrada de la tierra, que genera riqueza para unos pocos y pobreza para muchos”, indicaron en su comunicado final.
Desde esta perspectiva, ven con urgencia la generación de una teología profética que desacralice falsos dioses. “No podemos dejar de denunciar las causas económicas y culturales de la pobreza, y debemos estar atentos a las mediaciones sociopolíticas que se implementen para su superación”.
Tras reconocer la importancia numérica y sociocultural del uso del español en el catolicismo mundial actual, los asistentes al Encuentro se hicieron la pregunta que consideraron fundamental: ¿Cuándo un pueblo es católico: cuando tiene muchos templos o cuando tiene poca pobreza?
“Como consecuencia, afirman en su comunicado final, ratificamos nuestro compromiso ineludible con las hermanas y los hermanos en las periferias de la sociedad, azotados por la pobreza y diversas formas de exclusión social, económica, política y eclesial, que llama, con urgencia, a luchar por su mayor inclusión e integración”.
En la parte central de llamada Declaración de Boston, ante la gravedad del actual momento histórico, “que clama por una presencia más viva en medio de nuestras comunidades”, llamaron con urgencia a “colaborar con la pastoral y la teología del papa Francisco” apoyando “una teología que se hace cargo de los conflictos y transita por las periferias”.
Y sobre el tema candente de América del Norte y en general del mundo actual, el tema de las migraciones, el Primer Encuentro Iberoamericano de Teología dejó en claro que los migrantes “son un gran signo de nuestro tiempo”. Y puesto que las migraciones invitan a construir procesos de interculturalidad son un “elemento clave” de la reflexión teológica en el continente americano.
Destacaron, finalmente, las contribuciones de la teología latina en los Estados Unidos, “como una forma de pensar la opción preferencial por los pobres y la defensa de la identidad religiosa y cultural de las comunidades latinas que son discriminadas, muchas veces, no sólo en la sociedad sino también en espacios eclesiales”.
Y apuntaron: “Creemos que, sólo reconociendo las raíces socioculturales y religiosas de estas personas en pueblos latinoamericanos, la Iglesia en los Estados Unidos y Canadá, podrá responder pastoralmente a este nuevo desafío. En este sentido, urge una mejor preparación y sensibilidad de los ministros y todos los agentes pastorales”.
En el párrafo final de su Declaración, reafirmaron que solamente una Iglesia “más evangélica, teológicamente más consistente y pastoralmente más abierta a la diversidad sociocultural y religiosa, podrá responder al desafío de trabajar por la justicia, la paz y el cuidado de la casa común, desde una genuina atención a los más pobres y excluidos de nuestra época”.