La nueva torre está al lado del Santuario de la Divina Misericordia de Guayaquil (Ecuador), lugar que visitó el papa Francisco El Santuario de la Divina Misericordia de Guayaquil, Ecuador, tiene tres nuevas incorporaciones materiales, de las cuales una particularmente representa todo un deleite para la vista.
Por un lado, un conjunto de tres confesionarios de madera ubicados a la derecha de la puerta del tempo, por otro lado, la imagen de san Juan Pablo II por estar muy vinculado a la imagen de la Divina Misericordia.
Por último, una imponente torre del campanario (hay una réplica en miniatura dentro del templo) de unos 40 metros de altura y que respeta la arquitectura del santuario –una construcción muy moderna y reciente con fuerte protagonismo del mármol y el vitral- el segundo más grande del país luego de la Catedral San Pedro Apóstol con una capacidad de más de 2.000 personas.
El entorno del santuario también es muy pintoresco, pues está rodeado de vegetación y de un lago.
“Desde la entrada resalta un gran arco ojival que cobija a la nave central (de 1790 metros cuadrados, así como la sacristía y la cripta, de 118 m²)”, destaca el sitio web Guayaquil Destino.
Video subido por El Universo aún sin la torre, cortesía de Manolo Rosero
Otra particularidad de este santuario es que durante el año 2015 supo albergar la presencia del Papa Francisco cuando estuvo de visita pastoral en Ecuador.
En una emotiva ceremonia el Papa saludó cariñosamente a enfermos y bendijo a cientos de asistentes que se hicieron presentes en el lugar, con quienes elevó oraciones a la Virgen, todo durante una jornada cargada de júbilo y reflexión.
En tanto, más recientemente, durante el fin de semana se realizaron diversas celebraciones en el marco de estas incorporaciones con la presencia del arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, quien las bendijo.
Eduardo Romero, presidente de la Asociación de la Divina Misericordia, expresó a El Universo que la construcción del imponente campanario supuso una inversión de 180.000 dólares, mientras que la imagen de san Juan Pablo II fue donada.
Y el santuario sigue en obra, pues está previsto construir también una casa de retiros y un lago artificial al ingreso.