La ecuatoriana Paulina Baum quería hacer algo grande por su ciudad y mira lo que consiguió Ella quería hacer algo grande y lindo por su ciudad (Quito, Ecuador) y terminó llevando un plato como el locro de papas o patatas -una de las sopas más tradicionales de su país- a poder ser inscripto en el libro Guiness.
Su nombre es Paulina Baum, una joven de 16 años amante de su ciudad. Lo que se le ocurrió para lograr el objetivo organizó un gran evento, denominado “Locro Fest” el pasado domingo que reunió a cientos de familia alrededor de una olla gigante que cocía a leña unas 20.000 porciones de locro de papa.
“Escogí el locro porque es nuestro plato tradicional y el objetivo era posicionar nuestra gastronomía”, expresó Paulina a la agencia EFE, al tiempo que agregó que su idea al principio surgió como un proyecto de colegio.
El lugar elegido para llevar a cabo este evento fue el Parque Bicentenario, un enorme espacio verde de 125 hectáreas ubicado en las instalaciones del antiguo aeropuerto de Quito.
Desde un comienzo Paulina recibió gran apoyo tanto de parte de las autoridades locales como de institutos gastronómicos, entre otros. Es que intentar que Quito sea la ciudad que albergue el locro de papas más grande del mundo no es cosa de todos los días.
Y fue para ello, para que se pueda dar tal reconocimiento, que tanto se preparó Paulina junto a un gran equipo integrado por más de 40 cocineros profesionales y unos 500 voluntarios.
En la preparación se utilizaron “3.000 kilos de patatas, mil litros de leche, mil kilos de queso, 20 litros de achiote (aceite de color), 20 kilos de sal, 250 de cebolla blanca larga, diez kilos de paico o epazote (planta medicinal) y otra cantidad igual de cilantro”, prosigue EFE.
Una de la chef declaró a la agencia, por ejemplo, que el locro de patatas es un plato “sumamente sencillo, pero es ancestral”, por lo cual se debía reproducir de la forma tradicional, con papa chola (una de las más típicas de Ecuador) y hervida con leña, lo que le da un sabor distinto”.
La jornada se desarrolló bajo la atenta mirada de Natalia Ramírez Tolero, una colombiana adjudicataria del Guiness World Records, quien hizo las veces de “jueza”. El siguiente paso, una vez hecha la evaluación del evento, será remitir un informe a Londres, Inglaterra, donde se dará un dictamen final.
Por lo pronto, lo que ya se adelantó es que el peso del locro superó las expectativas, algo que confirma su inscripción en el Libro de los Récords, en el apartado platos típicos y gastronomía.