Tras una semana de retiros espirituales, el Pontífice agradece de buen humor a su predicador, el padre Giulio Michelini“Gracias por ser normal”. “Quiero agradecerte por el bien que nos has querido hacer y por el bien que nos has hecho. En primer lugar, por mostrarte como eres, natural, sin ‘cara de imagencita’. Natural, sin artificios”, dijo el papa Francisco al dirigir palabras de gratitud al padre Giulio Michelini, predicador de los ejercicios espirituales al final de la semana de retiros en la localidad de Ariccia, este viernes 10 de marzo 2017, en la mañana.
El Pontífice de buen humor recordó una historia de otro predicador ‘famoso’ para indicar que el Señor tiene una palabra para cada persona, incluso hasta para el más pecador.
De esta manera, contó la anécdota de un “gran predicador español”, a quien, después de “una gran predicación bien preparada, se le acercó un hombre, que era un gran pecador público, y en medio de las lágrimas le pidió la confesión y se confesó; una cascada de pecados y lágrimas, pecados y lágrimas”.
“El confesor, sorprendido porque conocía la vida de este hombre, le preguntó: ‘Dígame, ¿en qué momento usted sintió que Dios le tocaba el corazón? ¿Con cuál palabra?’ – ‘Cuando usted dijo: Pasemos a otro argumento’”, dijo, suscitando risas entre los presentes.
“A veces, las palabras más sencillas son las que nos ayudan, o las más complicadas: a cada uno, el Señor le da la palabra justa”, afirmó el Pontífice, quien le deseó al padre Michelini “seguir trabajando por la Iglesia, en la Iglesia, en la exégesis, en tantas cosas que la Iglesia te confía”. Y, especialmente le deseó: “que seas un buen fraile”.
Tras una semana fuera del Vaticano (5-10 de marzo), el Papa vuelve a sus actividades cotidianas y esta tarde, h. 17:00 (Hora local), visitará el Vicariato de Roma para encontrar a los párrocos prefectos de la diócesis. Francisco estará con ellos en privado para enterarse más de la cotidianidad de su diócesis y de la vida de los fieles.
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