Agradecimiento y esperanza en EtiopíaHace unos días, el misionero Christopher Hartley lanzaba un llamado desesperado desde la región somalí de Etiopía, por la tremenda sequía que está agravando la miseria y sufrimiento de la población.
Ahora nos llega un nuevo mensaje suyo, esta vez lleno de agradecimiento y esperanza: ha podido llevar un camión con un gran depósito de agua a un pueblo de 4.500 habitantes situado a 70 kilómetros de Gode.
Este fue el primero de los camiones que el sacerdote y sus colaboradores van a llevar a diversos pueblos que les ha asignado el gobierno.
Con el agua, el sacerdote lleva alegría, esperanza, solidaridad, vida a un rincón de África que ha logrado hacerse un hueco en el corazón de muchas personas alrededor del mundo.
Hartley agradece la “extraordinaria generosidad” de todas las personas que le han ayudado, quizás con un donativo, quizás con una oración…
“No os puedo describir con palabras la emoción y la alegría de la gente. Sólo me repetían: “Abba, Ebbe, Xakubarakeyo” (padre, que Dios le bendiga) -escribe Hartley-. Hoy voy a otro pueblo y así cada día de la semana. Cada camión carga 24.000 litros de agua.
“Únicamente os ruego que sigáis orando intensamente por nosotros para que la Iglesia pueda seguir siendo madre en medio de estos inhóspitos secarrales africanos”, pide, antes de enviar su bendición.