Niños nacidos en Estados Unidos pero con padres sin documentos legalesEste mes de abril un hecho inusitado tendrá verificativo en Washington, frente a la Casa Blanca: miles de niños y jóvenes con padres indocumentados, cruzarán el país, desde Miami, Nueva York y otras ciudades para denunciar la crisis creada por las deportaciones que está llevando a cabo el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), y para pedirle al presidente Donald Trump “que no separe a las familias”.
Los organizadores de la caravana de los niños –todos ellos nacidos en Estados Unidos y, por tanto, con la ciudadanía estadounidense, pero con padres sin documentos legales que acrediten su estadía en el país—dijeron que se trata de una protesta atípica, porque la comunidad inmigrante está “bajo acecho” y “se requieren acciones urgentes para protegerla”.
“Estos niños vienen a defenderse y a defender a sus familias, vienen con un mensaje al presidente Trump, a la clase política y a la opinión pública sobre el impacto de las deportaciones. Vamos con todo”, dijo al periódico *La Opinión* Lis-Marie Alvarado, coordinadora de la caravana por parte de “We Belong Together” (“Nos mantendremos unidos”).
Ya no hay santuarios
La opinión de los activistas de los derechos de los inmigrantes es que si bien Barack Obama rompió todas las marcas en lo que respecta a deportaciones (cerca de 2.5 millones de personas repatriadas en sus dos períodos al frente del gobierno de Estados Unidos), Donald Trump y su gabinete de seguridad han esparcido el miedo “atacando a las comunidades santuario, y fomentando el odio racial contra comunidades que no son blancas”, según dijo Alvarado.
No obstante los constantes mensajes de Washington en el sentido de que no van a perseguir a los “dreamers” (los “soñadores”, que desean que ellos y sus padres puedan vivir en la Unión Americana) ni a separar a las familias una vez que intenten cruzar la frontera sur y sean aprehendidos, Alvarado considera que se trata “de una mentira” Y se preguntó: “¿Cómo puede decir eso, cuando los hechos y las noticias han sido todo lo contrario?”
La Caravana partirá de Miami (Florida) el próximo 10 de abril y hará paradas en Atlanta (Georgia) y Raleigh/Durham (Carolina del Norte). Al llegar a Washington tres días después, los jóvenes se sumarán a decenas más provenientes de Nueva York, Denver (Colorado) y otras ciudades, para participar en una protesta frente a la Casa Blanca, y compartir su narrativa como futuros profesionales en este país.
La lucha apenas comienza
“Quiero luchar por mi mamá y mi papá. No quiero que se los lleven. Quiero que políticos como el señor Trump y nuestro alcalde (Carlos) Giménez dejen de separar a las familias”, explicó a *La Opinión* Jasmine, una niña de diez años de edad, radicada en Miami que participara en la caravana en una declaración que acompaña el anuncio de “We Belong Together”.
La caravana se producirá en unos momentos en que diversos estudios y grupos cívicos alertan sobre “un período de mayor acoso y crisis” en la comunidad inmigrante, mientras Trump cumple su promesa de deportar a la población indocumentada.
Aunque hasta el momento ha habido redadas y algunos indicios de que la promesa de Trump estaría siendo cumplida a rajatabla por las autoridades migratorias, lo cierto es que el número de deportaciones no ha superado, todavía, la media mensual del régimen de Obama. Quizá porque, advertidos, los indocumentados se esconden tras la sombra, tratando de esperar tiempos mejores. Para ellos y para sus familias.
Con información de *La Opinión *(Los Ángeles)