“No representa nuestros valores”, afirma la ciudadHace poco más de un año, en febrero de 2016, el Papa Francisco no tocó la ciudad de El Paso (Texas), pero se asomó a ella desde el monumento a los migrantes caídos que se yergue del lado mexicano (en Ciudad Juárez) sobre el Río Bravo.
Pero la visita de Francisco a ese rincón de México y Estados Unidos dejó honda huella. Más aún su definición del cristiano como aquel que construye puentes y no construye muros.
Mediante una votación unánime del Cabildo de El Paso, los representantes populares de esta ciudad texana denunciaron la construcción de un muro en la frontera con México, haciendo frente común a la orden ejecutiva firmada en febrero pasado por el presidente Donald Trump.
No obstante el Estado de Texas es un Estado mayoritariamente del Partido Republicano de Trump, las poblaciones fronterizas como El Paso, Laredo, McAllen o Brownsville parecen no estar ni lejanamente de acuerdo con el muro.
Por lo pronto el Cabildo de El Paso decidió oponerse a la construcción del muro puesto que éste “no representa los valores que la ciudad posee”, según dijeron en su comunicado sus representantes populares.
Un gran logro
Para los miembros del Cabildo, “la frontera es una oportunidad para Estados Unidos y para México, no es una amenaza, es una oportunidad”, como resumió a la prensa el representante del Distrito 1 de El Paso, Peter Svarzbein.
De inmediato, la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, formada por personas de Estados Unidos y México, celebró lo que ellos consideraron como “un logro”, y agradecieron el apoyo por parte de la ciudad.
“El voto que se dio de forma unánime, el ponerse en contra de la construcción del muro fue ejemplar, representa el espíritu de El Paso, representa a las comunidades de El Paso en su rechazo a la construcción de lo que representa odio, racismo, destrucción, separación de comunidades y familias”, dijo Fernando García de la Red Fronteriza.
Más adelante, el activista pro derechos de los migrantes señaló: “Es una resolución en donde manda el posicionamiento de la ciudad de El Paso, frente a Washington: no estamos con la construcción del muro, ese es el mensaje principal”, comentó Fernando García.
Ahora, la resolución del Cabildo de la ciudad tendrá que ser enviada a Washington D.C. con el propósito de que llegue a manos del presidente Trump, quien ha encontrado una resistencia inusitada sobre el tema, que podría ser mayor de lo que sus asesores pensaron alguna vez.
Por lo pronto, El Paso dio el primer paso.