El film de Mick Jackson no es ninguna maravilla pero es entretenido y además sugiere, aunque sea muy de fondo, un interesante debate, ¿es malo dudar de determinadas verdades absolutas?Negación se basa en un hecho real. En el año 2000 el historiador David Irving demandó a la historiadora Deborah Esther Lipstadt por libelo, es decir, por difamar al primero. Al parecer Lipstadt había publicado un libro titulado La negación del Holocausto, en el que ponía a caer de un burro a todos aquellos que se atrevían, ni tan siquiera, a dudar del asesinato sistemático de millones de judíos durante la II Guerra Mundial. Esto ocurrió en Londres y la legislación británica, en este sentido, tenía sus matices. El juicio no debía de articularse sobre la idea de si Lipstadt había difamado o no a Irving, sino sobre si ésta tenía razón cuando infravaloró los estudios del segundo, experto en Hitler y un negacionista convencido.
La película está muy bien, no se crean. Las historias de juicios siempre han funcionado de maravilla por mínimamente correcto que sea el director, el guión y los actores.
Aquí, en Negación, el director, Mick Jackson (El guardaespaldas y Volcano), no es gran cosa, pero salva los muebles con dignidad.
Su guión, de David Hare, es un ejemplo perfecto de cómo ir sobre seguro sin jugársela. No hay un ápice de riesgo pero funciona aunque sea particularmente previsible y no porque todos conozcamos (o debiéramos conocer) la historia real, sino porque todo es muy convencional.
Y los actores son de primera fila, Rachel Weitz está correcta, Tom Wilkinson, como de costumbre se come la cámara y Timothy Spall, como David Irving, está imponente.
Sin embargo, lo más interesante, creo yo, no es tanto lo que cuenta Negación, sino lo que no cuenta o mejor aún, sobre lo que pasa de puntillas. ¿Existe realmente algún indicio por remoto que sea que pueda hacer dudar de la existencia del holocausto?
Todo parece indicar, desde luego, que no pero ésta no es la cuestión.
En la película, Lipstadt llega a decir que el Holocausto es tan incuestionable como que la Tierra es redonda y que Elvis está muerto. Aquello me recordó a Copérnico cuando se atrevió a dudar de la creencia popular y sentenció que nuestro planeta no daba vueltas alrededor del sol sino al revés.
También me acordé de doce locos que en la Galilea de hace dos mil años decidieron dudar de lo establecido para seguir a un buen samaritano que decía cosas maravillosas en contra del sistema y que se hacía llamar Jesús.
Moraleja: ¿hay realidades de las que está vetado, incluso penado, dudar? El Holocausto probablemente no sea el mejor ejemplo para esto porque hay miles de testimonios que así lo certifican pero esto no quita que la discusión, siempre que sea sana, humilde y real, deje de ser beneficiosa.
El problema es cuando se duda desde la negación, que es en realidad de lo que va la película. Dudar de algo no creo que sea malo, más bien al contrario. Pero si alguien duda el Holocausto y resulta que es un neo nazi algo no encaja. Es como cuando alguien que se hace llamar ateo duda de Cristo. Mal principio. ¿Si se empieza negando las cosas de qué pretendemos discutir?
Hay una diferencia entre dudar y negar. El primero está abierto al sano debate, el segundo solo busca poner en evidencia al contrario. Lo dicho, no hay que huir de la duda, otra cosa es negar por convicciones ideológicas, que es lo que hace David Irving en Negación.
Ficha Técnica
Título original: Denial (2016)
País: Gran Bretaña
Director: Mick Jakcson
Guión: David Hare basado en un libro de Deborah Esther Lipstadt
Música: Howard Shore
Género: Drama judicial
Duración: 110 minutos
Reparto: Rachel Weisz, Tom Wilkinson, Timothy Spall, Andrew Scott, Caren Pistorius,Alex Jennings, Jack Lowden, Will Attenborough, Michael Epp, Jack Gover,Sally Messham, Laura Evelyn, Ziggy Heath