Para ser bellas no hay que torturar animalesPonernos nuestro rubor o labial cada mañana debería hacernos sentir más bonitas y felices, pero pensar que un animalito fue torturado para lograr ese tono rosa que tanto nos gusta, hace que este ritual femenino pierda su encanto.
Sí, esto puede sonar un poco Elle Woods en Legalmente Rubia 2, donde el personaje interpretado por Reese Witherspoon justamente lucha ante el Congreso de los Estados Unidos para que se emita una ley que prohíba las pruebas en animales y salvar así a la mamá de su chiguagua.
En la vida real no se ha llegado tan lejos y tristemente muchas firmas cosméticas siguen probando sus productos en animales como si nada, pero la buena noticia es que sí es un tema que preocupa cada día más y por eso hay más maquillaje vegano o cruelty free (libre de crueldad, ya voy a explicar la diferencia entre ambos) para no sentirnos Cruella de Vil.
¿Qué significa esto? Productos que no son probados en ningún ser vivo (son fabricados con ingredientes sintéticos o derivados vegetales) y además tienen una calidad tan o más fabulosa que los regulares (si eres una persona muy alérgica, esta podría ser la solución natural que estabas buscando).
Esto corresponde a una interesante tendencia que también se está viendo en el mundo de la moda, donde las mujeres ya no sólo usamos algo porque “es lindo” o “nos gusta”, sino que vamos un poquito más allá y nos interesamos en investigar dónde y cómo está hecho para tomar una decisión basada no sólo en lo estético sino también en lo ético.
Incluso, ya hay marcas súper famosas como Lush, Tarte y Kat Von D que están incluyendo productos veganos en su portafolio. Y no se trata sólo de las de lujo, maquillaje de farmacia económico como el de Wet N Wild también está “libre de crueldad” (incluso tienen hasta las brochas que, valga acotar, son geniales). Así que, ¡no hay excusas!
Aquí es importante distinguir la sutil diferencia que hay entre el maquillaje vegano y el cruelty free (libre de crueldad). En el primero, no hay ningún tipo de derivado animal; en el segundo, simplemente es que no se hacen pruebas en ellos pero sí puede haber algún derivado, como es el caso de la marca Burt’s Bees, que utiliza leche y miel entre sus ingredientes.
¿Cómo saber si tu maquillaje está libre de culpa?
– Lo más básico pero eficaz: leer todos los ingredientes de la etiqueta (y googlear aquellos que no entendamos).
– Busca el conejito… muchas marcas están afiliadas a un programa llamado Leaping Bunny, cuyo logo es este animalito.
– Investiga la empresa que los fabrica… si no dicen claramente y sin rodeos que son veganos o cruelty free, posiblemente no lo sean.
Sin duda, todavía hay muchos mitos que relacionan la belleza con el dolor (bueno, ok, la depilación está lejos de ser un mito) pero, por lo menos cuando de maquillaje se trata, no hay necesidad que un animalito sufra. Como decía Mahatma Gandhi: “Una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.