El tiempo de la alegría, esperanza y vida nueva no debe acabar el Domingo de PascuaUno de los mensajes de la Pascua es que nunca acaba, porque vivimos el Anno Domini, o “el año del Señor resucitado”. Incluso después de que acabe el Domingo de Pascua y el último pedazo de chocolate ya haya sido quitado de la alfombra, nosotros aún podemos comenzar la experiencia de nuevo inicio, de esperanza, de paz, de alegría y de vida nueva.
Aquí están algunas formas prácticas que puedes adoptar para mantener vivo el espíritu de la Pascua, empezando por el exterior para terminar en un nivel más interior.
Haz una limpieza
Una de las formas externas de comenzar de nuevo es pasar por la casa y donar todos los juguetes antiguos y ropa que nadie usa. Pasa por tu armario también y pregúntate: ¿usé esto el año pasado? Si la respuesta es no, dónalo. No guardes cosas que nunca usarás. ¿Sentimiento ambicioso? Prueba el método de Marie Kondo descrito en The Life-Changing Magic of Tidying Up: The Japanese Art of Decluttering and Organizing.
Sal y haz una actividad física
Siempre después de un largo invierno, necesitamos aire fresco y una oportunidad de ejercitarnos. Incluso si sólo puedes hacer 20 minutos de caminata al día, ¡hazla! Y si puedes hacerla en la mañana, mientras cantan los pájaros, mejor aún. Incluso un ejercicio moderado hace maravillas en nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Como el antiguo médico griego Hipócrates decía: “Si estás de mal humor, da un paseo. Si sigues de mal humor, haz otra caminata”.
Añade silencio a tu día
Vivimos inmersos en ruido, en constantes estímulos sonoros y pegados a nuestros teléfonos. Pero nuestras almas necesitan espacios de silencio para respirar y encontrar claridad y paz. Investigaciones recientes también han atribuido al silencio niveles reducidos de estrés y crecimiento del hipocampo, la parte del cerebro vinculada al aprendizaje y a la memoria. Entonces, saca un tiempo para desconectarte. Mira la puesta de sol o las estrellas. Ir de camping o ir de pesca también son excelentes maneras de obtener ese silencio. Incluso caminar con el perro puede ser una buena disculpa para lograr un tiempito de silencio.
Añade una lectura espiritual a tu lista de libros
Leer un buen libro espiritual puede ayudarte a iniciar una nueva conversación con Dios. Sólo cinco minutos de lectura espiritual antes de apagar las luces en la noche pueden ser suficientes para estimular tu mente y alimentar tu alma.
Dedica un día o un fin de semana a Dios
A veces, 15 minutos aquí o allí no son suficientes para sumergirte más profundamente en tu vida espiritual. Entonces, si estás sintiendo esa llamada, considera la posibilidad de hacer un retiro de un día o un fin de semana, hacer una peregrinación a una iglesia o un santuario o sacar un día para ayudar en una institución de caridad. Si nada de eso es práctico, intenta hacer del domingo lo que debería ser: un recuerdo de la Pascua, un día para descansar, reflexionar, estar con Dios y hacer una pausa de todo.