Primero que nada, ¡felicidades! Tu hijo(a) recibirá por primera vez la Eucaristía y eso ya es suficiente alegría. Sin duda, es una de las mayores celebraciones familiares, así que hay que vestirse acorde a la gran ocasión.
En los últimos años he visto con preocupación que no se respeta el Sacramento como tal y simplemente se asume que es una “fiesta”, mas no una fiesta religiosa. He visto minifaldas, escotes pronunciados y vestidos de lentejuelas que no son ni apropiados para un evento de día y mucho menos para ir a la iglesia.
La Primera Comunión de la Infanta Sofía me animó a hablar sobre cómo las madres (y en general cualquier mujer que vaya a este tipo de ceremonia) deben ir vestidas para lucir con estilo pero respetando lo sagrado del momento.
La reina Letizia, debo decir, se vistió perfecta para la ocasión con este diseño de encaje verde agua de Felipe Varela, pero no es necesario ser de la realeza o tener un amplio presupuesto para lograrlo, sólo ten en cuenta estos consejos.
Puedes usar tanto vestido, como falda o pantalón, todo dependerá de tu estilo y con lo que te sientas más cómoda, pero sí hay que tomar en consideración ciertos detalles dentro de cada una de estas elecciones.
En el caso del vestido, puede ser de corte recto (no demasiado ajustado) o tipo A pero que el largo sea justo por debajo de las rodillas (o máximo justo sobre ellas).
En cuanto a telas, yo les sugiero el encaje porque es elegante y no se arruga, pero en realidad hay muchos otros tipos de tela que también funcionan (el lino es muy bonito para el día, pero al levantarte de la misa, ya estarás toda arrugada); eso sí ¡nada de lycra!
El color viene dictado por la temporada y por la hora, así que inclínate por tonos neutros y pasteles. ¿Qué hay de los estampados? No soy muy partidaria de ellos para una Primera Comunión pero son válidos, siendo los de flores los más indicados.
Si vas a usar una falda con una linda blusa, la falda debe guardar los mismos principios del vestido en cuanto al largo y, con respecto al top, que no sea transparente, que cubra los hombros (esto también aplica para el vestido y recuerda que puedes ponerte un chal) y que no tenga un escote de viernes por la noche.
Si prefieres pantalón, el blue jean, los leggings y los tipo capri están ¡prohibidos! Puedes optar tanto por uno de corte clásico como por uno vaporoso de tela sofisticada si está haciendo mucho calor. Les recomiendo que el pantalón sea de un tono neutro de día (beige o gris claro) y que el color o estampado lo dejen para la parte superior.
La ocasión merece tacones pero yo particularmente recomiendo que sean zapatos cerrados y de diseño clásico (unos stilettos color piel, por ejemplo, que van perfectos para el día y combinan con prácticamente todo, así que si no los tienes serán una excelente inversión).
Pero que, al mismo tiempo, sean cómodos, ya que aunque vas a estar sentada durante la misa, luego en la reunión que hagas tú serás la anfitriona, así que vas a estar caminando de un lado a otro.
Algunas mujeres prefieren usar sandalias, en este caso, opta también por un diseño discreto y atemporal y cuida mucho tu pedicure. Asimismo, evita los esmaltes de uñas demasiado “provocativos”, como rojo o vino, o los demasiado vistosos.
Esto también aplica para las manos, inclínate mejor por tonos neutros, como blanco, beige claro o rosa pálido (además, son los que menos se notan cuando empieza a caer la pintura).
Mantenlos, al igual que el maquillaje, lo más simple posible (no querrás ser la que moleste en la misa con el constante sonido de sus brazaletes) y trata de que haya algo de sentimentalismo en ellos.
Es decir, puedes ponerte la medalla que usaste en tu propia Primera Comunión si aún la conservas, unos zarcillos de perla que te haya regalado alguien especial de la familia, algo que te haya obsequiado tu propio hijo(a) o esposo en algún cumpleaños o día de la madre o una medalla de la Virgen o Santo a quien ahora tengas especial devoción.
Por supuesto que lo ideal sería un lindo clutch en tono neutro que combine con todo tu atuendo, pero la verdad es que las madres ese día deben llevar un montón de cosas: la cámara de fotos (porque aunque haya fotógrafo, no nos conformamos), un pequeño kit de costura de cartera (créanme, puede ser muy útil), el rosario, pañuelos (porque muy probablemente vas a llorar de la emoción), el maquillaje de retoque y un largo etcétera que requieren un bolso más grande (aunque tampoco el tote que usas para viajes o diligencias) que además puedan colgar de su brazo para tener las manos semi-libres y disfrutar del momento a plenitud.