Pero el secuestro de sacerdotes y religiosos sigue siendo un problemaLos informes de que 500 sacerdotes han sido asesinados por Boko Haram en Nigeria en “años recientes” “no son ciertos”, advirtió un obispo del área del país más afectada por el grupo militante islamista.
“No es cierto. Nadie ha tocado a ningún sacerdote. Son las personas legas las que han sido asesinadas en un número semejante. Que corrijan. Hablamos de legos, no sacerdotes”, confirmaba el obispo Oliver Doeme de Maiduguri a través de un correo electrónico a Aleteia el pasado domingo.
Varios sitios web han informado de que el obispo Doeme afirmó que 500 sacerdotes católicos habían muerto en Nigeria en los últimos años. La diócesis de Doeme tiene alrededor de 60 sacerdotes.
El sacerdote Gideon Obasogie, portavoz de la diócesis de Maiduguri, también negó la veracidad de los informes, mandando un email cuyo título de asunto era directamente: “Ningún sacerdote ha sido asesinado en Maiduguri”.
No obstante, un sacerdote jesuita, el padre Samuel Okwuidegbe, de 50 años, fue secuestrado por un grupo de personas sin identificar el 18 de abril, aunque fue liberado cuatro días más tarde, según informó la Agencia de Noticias Fides. Los detalles de su liberación siguen siendo desconocidos. Fue secuestrado en la carretera entre Ciudad de Benín y Onitsha.
En los años recientes, varios sacerdotes y personas religiosas han sido secuestrados por extorsión, en especial al sur de Nigeria, según informó Fides. La conferencia episcopal católica de Nigeria ha prohibido formalmente el pago de rescates en casos de secuestro de miembros del clero católico.