San Nersés Snorhali, que vivió entre 1102 y 1173, fue patriarca de Armenia de 1166 hasta la muerte. Su epíteto Snorhali quiere decir "lleno de gracia" y le fue atribuido a causa de la calidad de sus escritos. A continuación uno de sus textos más bellos:
Hijo único del Padre
Como el rico que amaba la vida de placeres,
yo amé los placeres efímeros,
con mi cuerpo animal,
los placeres insensatos. […]
Y, de tantas mejoras
que me diste gratuitamente,
no te devolví el diezmo
que de ti recibí.
Y todo lo que estaba bajo mi techo
hecho de tierra, aire y mar,
tus innumerables mejoras,
pensaba que era de mi propiedad.
De todo eso nada di al pobre
y para sus necesidades nada puse de lado:
ni comida, para el hambriento
ni ropa, para el cuerpo desnudo.
Ni abrigo, para el indigente,
ni morada, para el huésped extranjero,
ni visité a los enfermos,
ni cuidé a los presos (cf. Mt 25,31 en adelante).
Ni me entristecí con la tristeza
del hombre triste, a causa de lo que le pesaba;
ni compartí la alegría del hombre feliz,
en cambio ardí de envidia de él.
Todos ellos son otros Lázaros […]
que yacen a mi puerta. […]
En cuanto a mí, sordo a su llamado,
no les di las migajas de mi mesa. […]
Allá afuera, por lo menos, los perros de tu ley
nos consolaban con la lengua;
y yo, que oía tu mandamiento,
con la lengua herí a quien se te parecía (cf. Mt 25,45).[…]
Pero dame aquí en la tierra arrepentimiento,
para que haga penitencia por mis pecados. […]
Para que mis lágrimas paren
el horno ardiente y sus llamas. […]
Y, en lugar de la conducta de un hombre sin misericordia,
establece, muy dentro de mí, la piedad misericordiosa,
para que, al practicar la misericordia con el pobre,
yo pueda obtener misericordia.