Los peruanos son herederos de una civilización valiosa que renacerá gracias al trabajo en comunidadLa cultura también es resistencia. “Tambo Inga”, un centro administrativo que usaban los incas, es muestra de ello. Ubicado en el asentamiento humano la “Cruz de Motupe” al norte de Lima en Puente Piedra, con una antigüedad de 500 años. El complejo arqueológico ha sido tomado por la delincuencia y la contaminación, pero sobre todo es afectado por la indiferencia de las autoridades.
El reto es recuperar el monumento histórico. La huaca (lugar sagrado incaico) “Tambo Inga” está en lista, como Patrimonio Cultural de la Nación. Ahora será convertida en tierra de todos, para dejar de ser tierra de nadie. Esto gracias a un nuevo proyecto denominado “Plan Nacional Puerto Cultura”, que busca conformar “culturas vivas” en la ciudad de Lima y posteriormente en el país.
De esta forma las zonas arqueológicas de la ciudad capital serán consideradas patrimonio de todos. Existen más de 13.000 sitios arqueológicos registrados en Lima, así lo dio a conocer el ministro de Cultura Salvador del Solar a la prensa peruana.
Emprendimiento vecinal
“Colaboraremos en la reconstrucción de las huacas en Lima”. “La danza, la música los pasacalles y cuenta cuentos son nuestras mejores herramientas para que este lugar reviva con su gente”, afirmó uno de los vecinos de la zona.
¿Qué significa mantener una cultura viva? Sin duda el proyecto busca revalorar los espacios púbicos y promover la participación vecinal en su constitución. Familias y vecinos de la zona tienen como una de sus metas reconstruir estos centros arqueológicos, lo que se busca es mejorar la calidad de vida de los pobladores, fortaleciendo la convivencia ciudadana.
Descubrir todo lo que se puede hacer cuando se trabaja en equipo es una de las metas de Puerto Cultura. “La Huaca Mangomarca, La Huaca Melgarejo, La casona Quinta de Presa (Centro histórico de Lima), la Huaca de Pariachi, la Alameda Valdelirios (Ayacucho), El complejo Belén (Cajamarca) entre otros son algunos monumentos arqueológicos que serán atendidos por los vecinos en la ciudad y al interior del país.
El templo Belén en Cajamarca que data del siglo XVII es un lugar vivo para todos. Con la puesta en valor de este centro arqueológico se promueve al interior del país esta iniciativa. Los peruanos son herederos de una civilización valiosa que renacerá con el trabajo en comunidad.