No, no hay que descartarlosImagina que eres pediatra y conoces a un bebé que fue abandonado por su madre biológica porque nació con microcefalia. ¿Qué haces?
La pediatra Alice Almeida Morais, de Goiânia, adoptó ese bebé.
La madre biológica tenía zika – y la doctora, en una entrevista a la televisión dijo que entendía su angustia.
“La gente siempre tiene miedo, esa ansiedad, preocupación por saber cómo se va a desarrollar, cómo será. Somos madres escogidas por Dios y Él escoge gente para ser madre de ángeles”, añadió emocionada.
Alice asiste ahora, con su hijito, al Centro de Rehabilitación y Readaptación Dr. Henrique Santillo (Crer), que cuida a 70 niños portadores de la enfermedad. La unidad promueve actividades para ayudar a los bebés a desarrollarse. Los niños atendidos tienen de 8 días a 1 año y nueve meses de edad.
“El grupo de estimulación precoz está compuesto por cuatro profesionales: fisioterapeuta, fonoaudióloga, terapeuta ocupacional y psicóloga”, explicó la fisioterapeuta Monica Isabella Chagas Moreira a la misma emisora.
Los profesionales también ayudan a responder a las muchas dudas maternas sobre la microcefalia.
“Si le preguntas a una mamá cuándo giró, cuántos meses tenía, cómo hizo para girar, las mamás dirán ‘no se’, porque es automático. Las mamás con bebés con microcefalia, que tienen estas alteraciones en el desarrollo, prestan atención porque quieren que suceda eso. Es necesario que ellas estimulen a los bebés”, comentó Mónica.
No son raros, desgraciadamente, los casos de bebés con microcefalia rechazados por sus padres biológicos y también los adultos que desean adoptar a un bebé, porque esta condición asusta.
Por eso mismo, la lección de amor que Alice le dio al mundo es aún más bella.