“Perdí a mi madre porque no logré llevarla al hospital a tiempo. No quiero que nadie más pase por eso. Fue así que surgió la idea de tener una ambulancia gratuita”.Karimul Haque, un humilde plantador de té de la India, es el mayor héroe de la pequeña ciudad en la que vive. Su acto humanitario tiene tanto valor que el hombre ya fue condecorado por el presidente del país por sus acciones.
Conocido como “el hombre ambulancia”, la misión especial de Karimul es llevar él mismo al hospital a pacientes en emergencia.
Todo empezó cuando Karimul perdió a su mamá por falta de atención médica en el pueblo en el que vivía.
Tras la desgracia, él se dedicó a prestar ese servicio a los habitantes del lugar en su moto financiada.
De hombre común a salvador de la patria
Karimul no mide esfuerzos para rescatar y llevar al hospital a sus compañeros que están enfermos y moribundos, gratuitamente, en su motoambulancia.
Nuestro héroe de 50 años trabaja para una empresa de plantación de té en la ciudad de Jalpaiguri, en la India, y su salario es de 75 dólares al mes.
Su trabajo como hombre ambulancia es tan importante que, cuando está trabajando y recibe una llamada de emergencia, él tiene la autorización de su jefe para salir y atender al paciente en necesidad.
Karimul lleva atendiendo a la gente que necesita atención médica desde hace 14 años, es decir, desde que su madre falleció por no tener atención médica a tiempo.
“Perdí a mi madre porque no logré llevarla al hospital a tiempo. No quiero que nadie más pase por eso. Fue así que surgió la idea de tener una ambulancia gratuita”, cuenta Karimul.
“Hay sólo un hospital del gobierno en mi ciudad que ofrece los primeros auxilios y medicamentos para enfermedades más simples. Por eso, viajamos con frecuencia, 45 km para llegar a la ciudad”, añadió.
La motoambulancia
Karimul compró su moto y está luchando para pagar el financiamiento todos los meses, además de tener que arreglárselas para que su vehículo esté siempre abastecido y así cumplir su misión.
En un acto de gratitud, algunas personas recaudaron donativos para ayudarlo a pagar las cuotas de su financiamiento.
Ahora, con sus ingresos, Karimul logra pagar la gasolina, comprar medicinas y suministros para los primeros auxilios y, todavía cuidar de su familia.
“Recibo donativos de profesores, policías y, a veces, también estudiantes. Eso me ayuda a financiar el tratamiento a los necesitados”, dijo.
Todos los meses transporta aproximadamente a 100 pacientes al hospital en su moto ambulancia y, en algunos casos, usa un carro enganchado a la moto.
¡Aprovecha siempre la oportunidad de ayudar a alguien!
Una pequeña buena acción resulta beneficiosa para la humanidad. No importa cuán común y corriente sea, puede ciertamente, traer un cambio benéfico a la vida de alguien.
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