El papa Francisco recibió en audiencia privada al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien ha viajado a Roma tras la cumbre G7 en Taormina (Sicilia) y de la OTAN.El primer ministro presentó a papa Francisco la petición de la Comisión de Verdad y Reconciliación sobre los pueblos indígenas de Canadá que insta al pontífice a viajar a ese país para pedir disculpas personalmente, a nombre de la Iglesia Católica, por los abusos cometidos por religiosos católicos durante casi dos siglos en ese país.
La reconciliación entre la Iglesia Católica y la comunidad indígena de Canadá, “es un punto importante en la agenda del encuentro del primer ministro con su Santidad”, dijo Cameron Ahmad, portavoz Justin Trudeau, minutos antes del evento.
El primer ministro canadiense renovó la invitación dirigida al Papa Francisco para que visite su país en el marco de este proceso de reconocimiento de la ‘verdad’.
Desde el Vaticano se remarcó el mensaje de las “buenas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Canadá” y “la contribución de la Iglesia católica en la vida social del país”.
El Papa y Trudeau también conversaron de libertad religiosa” y “finalmente, también a la luz de los resultados de la reciente cumbre del G7”, se discutieron “algunos problemas de carácter internacional, con especial atención a Oriente Medio y las zonas de conflicto”, se lee en un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Tema espinoso con la Iglesia
En el comunicado oficial de la Santa Sede no hubo mención directa respecto a las acusaciones de abusos cometidos por sacerdotes católicos en los pensionados federales para los niños indígenas de Canadá.
La Comisión de Verdad y Reconciliación sobre los pueblos indígenas de Canadá manifestó el 19 de mayo que instaba al papa Francisco a viajar al país y pedir disculpas.
El primer ministro Trudeau, que se comprometió a considerar los 94 puntos del informe de la Comisión, había prometido presentar sin presiones al Obispo de Roma; el punto en el que se requería una visita al país para favorecer la reconciliación y la verdad.
Por su parte, Benedicto XVI en 2009 había enfrentado el tema con el anterior premier de Canadá, Stephen Horper y lamentó el tratamiento que los niños indígenas sufrieron en los pensionados canadienses, además de participar en una indemnización económica a las víctimas de 79 millones de dólares, según informó la agencia I-Media.
La Comisión recopiló más de 6.000 testimonios de sobrevivientes en 300 comunidades de lo que llamó fue un ‘genocidio cultural’ cometido en escuelas residenciales administradas por religiosos católicos y protestantes.
La documentación denuncia que cerca de 150.000 niños indígenas fueron arrancados a sus familias, desarraigados de su cultura desde finales del siglo XIX hasta 1996. 3.200 niños perdieron la vida durante ese periodo.
Trudeau y san Juan Pablo II
38 minutos duró la reunión en la Biblioteca del Palacio Apostólico. Justin se reunió por segunda vez en su vida con un pontífice en el Vaticano, en junio de 1980, a la edad de 9 años, visitó a san Juan Pablo II junto a su padre, el ex primer ministro de Canadá, Pierre Eliott Trudeau.
El joven primer ministro, católico, 43 años, liberal, es reconocido por su compromiso a favor de la igualdad de oportunidades entre hombre y mujer, apoyar la diversidad la diversidad étnica y la inclusión social de inmigrantes, refugiados y de los pueblos aborígenes.
De hecho, ex estudiante de los jesuitas en Canadá, Trudeau tiene en su equipo de gobierno a una refugiada musulmana, un atleta paraolímpica y a un Inuit, nombre de los distintos pueblos esquimales.
Regalos
El encuentro fu definido como “cordial”. El Papa le regaló a Trudeau la copia autografiada del Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz y los textos Amoris Latitia (el Amor en la familia), Laudato Si’ (El cuidado de la casa común) Evangelii Gaudium (la alegría de evangelizar). Además del medallón del IV año de pontificado, símbolo del perdón, la alegría y la acogida reciproca (Mateo 5-7).
Por su parte, el primer ministro canadiense le donó al Papa una colección de 6 libros sobre el informe de los jesuitas en Canadá (1672), una obra que describe la historia del país y que ha servido a los historiadores para reconstruir la memoria de la nación del Norte.
Asimismo, Trudeau también le regaló un vocabulario del francés a las lenguas nativas hecho con hojas rusticas escrito por los jesuitas. “Si era costumbre de los jesuitas”, manifestó Francisco al recibir el dono.
Abrazo que conmueve Italia
Antes de visitar el Vaticano y regresar a su país, Trudeau junto con su esposa Sophie, viajó este sábado 28 de mayo a la localidad italiana de Amatrice que sufrió en agosto del año pasado un terrible terremoto en el que murieron alrededor de 300 personas.
La prensa italiana ha destacado el conmovedor abrazo del premier con el alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi. Trudeau prometió una ayuda económica para la reconstrucción y saludó a los voluntarios, los socorredores y las autoridades. “Estoy aquí para compartir el sufrimiento del pueblo de Amatrice”, declaró.
Canadá es un país de histórica inmigración italiana. “La población canadiense está muy golpeada por lo sucedido aquí y queremos expresar cercanía”, manifestó ante el alcalde Pirozzi.
Sophie & I were honoured to meet first responders & volunteers in Amatrice today. Their spirit is inspiring. pic.twitter.com/3Qr4JSmPK4
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) May 28, 2017