En la audiencia general y ”en la víspera de la Solemnidad de Pentecostés”, que recuerda “el cumpleaños de la Iglesia de Cristo”, el papa Francisco reflexionó sobre la relación que “existe entre la esperanza cristiana y el Espíritu Santo”.“Mientras haya vida, hay esperanza, pero, también es verdad lo contrario, mientras haya esperanza hay vida”, dijo el papa Francisco usando un dicho popular durante la Audiencia General de este miércoles 31 de mayo de 2017.
Luego sin algún papel, miró al publicó: “Es la alegría de esperar y no esperar para tener alegría”, sostuvo en medio a una multitud en fiesta presente en una Plaza de San Pedro soleada y poblada de banderas coloradas.
Entonces, Francisco instó a ser sembradores de esperanza y también ser consoladores y compañeros de los hermanos que viven momentos difíciles; un luto, un divorcio, la enfermedad de un ser querido, etc. Ser ‘consoladores’, paráclito, una denominación del Espíritu Santo.
Advirtió también que un cristiano puede ‘sembrar amargura’, “perplejidad”, y esto “no es cristiano y sí haces esto no eres cristiano”.
“Siembra esperanza, siembra el perfume de la esperanza, y no vinagre de amargura y desesperanza”, insistió Francisco como si mirara a cada persona presente en la Plaza de San Pedro.
Asimismo, sacó lecciones de una homilía del Beato cardenal Newman que instruía a los fieles a aprender de sus propios sufrimientos, dolor y pecados para ser, a su vez, consoladores, casi como aplicar la empatía que tiene origen en la experiencia del sufrimiento y del dolor.
De esta manera, “tendremos la mente y el corazón ejercitado en toda obra de amor para aquellos que lo necesitan“. Es decir, si hemos llorado por un luto, sabremos consolar a la viuda o el huérfano.
Exhortó a ser “defensores y consoladores”
En su mensaje instó a ser “abogados, asistentes, agentes de consolación” para los demás, especialmente para los más “pobres y descartados”.
Así, “nuestras palabras y nuestros consejos, y nuestra forma de actuar, nuestra voz, y nuestra mirada serán amables” y comunicarán “tranquilidad” dirigida a quienes sufren más.
El Espíritu Santo dentro del corazón
El Papa Francisco unió sus manos y con fuerza las tiró hacía adelante para mostrar la fuerza del Espíritu Santo que vive dentro del corazón cristiano y empuja a las personas a salir adelante a pesar de los problemas de la vida, indicó.
“La esperanza no desilusiona porque el amor de Dios ha sido puesto en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo. Por eso, no desilusiona porque nos ha sido donado”.
“El Espíritu es el viento que nos empuja hacia adelante“, nos hace sentir “peregrinos y extranjeros”, y nos “mantiene en el camino”. En su catequesis invitó a salir de lo que los psicólogos sociales llaman nuestra “zona de confort” para ser “defensores y consoladores” de los que sufren.
Al inicio de la audiencia motivó a los fieles y peregrinos para estar en movimiento y no ser un pueblo “sedentario”.
La esperanza cristiana es como una ancla y una vela, según la carta de los Hebreos (cf. 6.18 a 19). El Obispo de Roma instó a que la esperanza sea el ancla que mantiene la nave de la vida anclada, no obstante la tempestad y el movimiento del mar.
“La esperanza también es una vela “que recoge el viento del Espíritu y lo transforma en fuerza motriz que empuja el barco (de nuestra vida), según el caso, fuera o a tierra”.
Sucesivamente, subrayó la belleza de la esperanza cristiana en la carta de Pablo a los romanos (15,13): “Que el Dios de toda esperanza los colme de gozo y paz en el camino de la fe y haga crecer en ustedes la esperanza por el poder del Espíritu Santo“.
El Espíritu Santo en la creación
“La energía que mueve el mundo no es una fuerza anónima y ciega” es la acción del Espíritu Santo, la cual – indicó – es no fruto de las fuerzas incontroladas, sino de la voluntad de Dios desde el inicio de la creación. Así citó a Benedicto XVI (Homilía, 31 mayo 2009).
“También esto nos empuja a respetar la creación: No se puede emporcar un cuadro sin ofender al artista que lo ha creado”, dijo Francisco, quien fuera enseñante de literatura demostrando dotes de métrica.
El Espíritu Santo en Pentecostés
Y casi al final de la catequesis, insistió: “Hermanos y hermanas, que la próxima fiesta de Pentecostés, el cumpleaños de la Iglesia, nos encuentre a todos unidos en la oración con María, la Madre de Jesús y nuestra”.
“Que el don del Espíritu Santo nos haga abundar en la esperanza…es más, nos haga derrochar esperanza con todos aquellos marginados, los descartados y todos los que tienen necesidad“, concluyó.
El Papa saludó a los numerosos fieles y peregrinos que participarán en la vigila de oración del movimiento de los carismáticos en Roma.
La audiencia general terminó con el canto del Padre Nuestro y la bendición apostólica, en un clima de fiesta y de cantos.
Eventos marianos en el Vaticano
La federación de las asociaciones de familias católicas de Europa tendrá una ceremonia de consagración a la Virgen María en la Basílica de San Pedro este miércoles en la tarde.
Entretanto, se realizará esta noche una procesión en honor de Nuestra Señora de Lourdes dentro del Vaticano. El Papa no estará presentes, informó la agencia I-Media.
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