Aunque la maternidad biológica no sea para todas, es importante tener en cuenta a la familia cuando una hace planesLo que ocurre normalmente cuando a una le preguntan qué quiere hacer de su vida, hay una tendencia a hacer desaparecer el plano familiar y las preguntas por lo general suelen ser: ¿qué vas a estudiar? ¿dónde te gustaría trabajar? y raramente son ¿te gustaría ser madre algún día? ¿cómo te imaginas haciendo esa profesión y criando niños?
El plan familiar no significa que las mujeres tenemos que vivir con la presión de “tener que quedar embarazadas” a cierta edad, pero es cierto que es más fácil para una mujer concebir y dar a luz a un bebé sano cuando es más joven. Hay casos de mujeres que tienen a sus hijos a los cuarenta, pero en general la fertilidad decae a medida que pasan los años.
Hemos visto embarazos en edad avanzada, pero sabemos que el cuerpo femenino cumple ciclos y que no sólo los riesgos de salud están en juego, sino el hecho de que los niños también merecen madres que puedan seguir su ritmo y que algún día puedan ser abuelas de los hijos de estos. Esto responde simplemente al hecho de vivir las etapas a tiempo, sin apresurarse ni tampoco demorarse mucho.
Para algunas mujeres justo cuando esa ventana está por cerrarse, empiezan a sentir una extraña añoranza de tener un hijo. ¿Y esto por qué? Las razones pueden ser muchas, pero la situación que aquí planteamos es la de aquella mujer que ni siquiera consideró el proyecto de familia y puso el foco exclusivamente en su profesión y así, aunque finalmente esté obteniendo un doctorado a sus 38 o 40 años y esté emocionadísima por lograrlo, hay algo que la hace sufrir: el deseo de sentir una nueva vida creciendo en ella.
Hay un tiempo para todo, como lo hay para ser madre. Por eso, si tener hijos es uno de tus sueños, no sería mala idea tener estos datos en mente mientras decides sobre tu vida y la compartes con tus seres queridos. Excluir la posibilidad de formar una familia a la hora de decidir qué carrera universitaria seguir o en qué profesión queremos desarrollarnos sería un error, ya que una no quita a la otra y ambas responden a la vocación de la mujer.
Si eres soltera puede que tal vez no hayas sentido el deseo de la maternidad aun, pero preguntarse cómo una se imagina en un futuro te ayudará a tener una idea más clara sobre ti misma y el motor de tus decisiones. Y si estás en pareja, aunque parezca que el tema pueda parecer intimidante si aún no es el momento para la maternidad, verás que en realidad es totalmente natural y positivo. ¿Cómo se imaginan juntos en un futuro? ¿se ven con hijos? ¿comparten los mismos valores?
Todo esto deberías pensarlo de antemano, porque llegará un momento en que tendrás que responder a ello y no quieres que situaciones externas sean las que finalmente terminen decidiendo por ti. Es más, tener en cuenta esto no sólo te permitirá conocerte mejor y prepararte a los desafíos venideros, sino también a encontrar más fácilmente un equilibrio con el que tanta gente lucha por conciliar simplemente por no haberlo considerado a tiempo.
La vida no es algo que se pueda planificar con total exactitud, pero en la medida que vamos proyectándola en una dirección que tiene en cuenta la reflexión propia sobre nuestros dones y sueños más profundos, las decisiones que vayamos tomando para materializarlos serán más afines a ese ideal.