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¿Por qué los bebés deben empezar a comer después de los 6 meses?

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María Eugenia Brun - publicado el 02/06/17
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Consejos para los padres sobre los primeros alimentos que hay que darles a los niños de esa edadLuego de 6 meses de lactancia materna exclusiva (o uso de leche de fórmula) es momento de que el niño empiece progresivamente a probar alimentos y agua.

Esta situación puede llevar a varias preguntas, principalmente para los padres primerizos como, por ejemplo ¿con qué alimentos empezamos?, ¿de qué manera prepararlos? y ¿qué cantidad darles?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comenzar con la alimentación complementaria a partir de los 6 meses y no antes. Esto es porque no existen ventajas nutricionales en introducir tempranamente -durante ese período- otros alimentos distintos a la leche materna. Además, existen riesgos potenciales especialmente cuando las condiciones higiénico-ambientales no son las adecuadas.

A los 6 meses el niño ya cuenta con la maduración tanto fisiológica como neurológica suficiente para recibir, digerir y absorber otros alimentos necesarios para continuar su adecuado crecimiento y desarrollo. Las necesidades de nutrientes y energía aumentan y ya no solamente se satisfacen con la leche materna o de fórmula. A pesar de ello, el niño debe seguir siendo amamantado tan frecuentemente como antes y mantener la duración de cada mamada.

Pero ¿qué es realmente la alimentación complementaria?

Según la definición aportada por el Centro de Estudios Sobre la Nutrición Infantil (CESNI), de Argentina, “una alimentación infantil complementaria de buena calidad es aquella que en forma concomitante a una lactancia exitosa es iniciada oportunamente, en la cantidad y ritmo de progresión apropiados para satisfacer las demandas del crecimiento, que provee alimentos con variedad de sabores y texturas, que es segura desde un punto de vista bacteriológico y toxicológico, se encuentra libre de contaminantes y aporta todos los nutrientes en condiciones de digestibilidad y biodisponibilidad adecuadas a cada etapa biológica”.

Para empezar, tener en cuenta:

  • El niño debe tener su propia cuchara, plato tamaño postre y si es posible su silla.
  • Elegir el mejor momento del día para darle las comidas, lo ideal es que este presente la familia para poder dedicarle el tiempo necesario y tranquilidad.
  • Estimularlo, sentarse con él, mirarlo a los ojos y tener paciencia.
  • Saber que cada niño tiene su ritmo, algunos aceptarán rápidamente los alimentos y otros les costara un poco más o tal vez los rechacen, pero lo principal es tener paciencia, organizarse y seguir insistiendo con ese alimento.
  • Se pueden usar los alimentos que tengan en el hogar.
  • Los primeros alimentos deben darse entre las mamadas para no sustituirlas, recién cuando el niño coma la comida completa (primer plato y postre) puede sustituirse por esa mamada.

Primeras comidas:

  • El puré debe tener una consistencia suave y que apenas se deslice en el plato. Puede ser de papa, polenta, fideítos de sopa que estén bien cocidos y pisados con el tenedor.
  • Luego de unos días ya se pueden combinar estos alimentos con un trocito de zapallo o zanahoria.
  • Además, también se pueden incorporar los purés de frutas con manzana, banana, durazno y peras.
  • No es necesario agregarle sal a la preparación.
  • La comida debe colocarse en el centro de la lengua, para que no la escupa.
  • Después de la comida ofrecerle agua.

¿Qué consistencia? Suave, espesa, pisada con tenedor, pero no con licuadora.

¿Qué cantidad prepararle? Para empezar con 2 o 3 cucharadas soperas de puré es suficiente. Luego al pasar los días se va aumentando. Al comienzo comen muy pequeñas cantidades.

No hay que preocuparse si el niño en estos primeros días no quiere comer nada. Estos primeros alimentos tienen principalmente una función educativa, de aprendizaje de la deglución de semisólidos y de reconocimiento de nuevas texturas y sabores.

Después de la primera semana:

  • Comenzar a agregar 1 cucharada sopera de carne.
  • Puede ser cualquier carne que tenga poca grasa, ya sea de vaca, de cerdo, hígado, riñón, cordero o de pollo.
  • Debe estar bien cocida a la plancha, hervida o a la parrilla.
  • Desmenuzarla con un tenedor o rallarla., no licuar.
  • Incorporar también 1 cucharadita chica de aceite.

Resumiendo, a partir de esta semana la comida estará formada por:

1 cucharada grande de carne

+

2 cucharadas de algún alimento energético.

+

1 cucharada de algún vegetal (sin cáscara ni simillas).

+

1 cucharadita de aceite

Más tarde se le ofrece el puré de frutas.

A los 7 a 8 meses:

Dar almuerzo, cena y 1 o 2 entrecomidas.

A los 9-11 meses:

Dar almuerzo, merienda, entrecomida y cena.

Agregar leguminosas y dársela ya no tan desecha. Carne en trozos pequeños 2 cucharadas.

Se puede empezar a ofrecer pescado 1 vez por semana y agregarle huevo a los purés o preparaciones.

Además de la leche materna o la que esté tomando.

De 12 a 23 meses:

Dar 4 comidas principales y alguna entrecomida.

Aquí ya se terminan de incorporar todos los alimentos.

Alimentos a elegir:

  • Ricos en energía: papa, boniato, polenta, sémola, fideos de sopa, arroz y aceite.
  • Vegetales: siempre es preferible las de estación. Zapallitos, zuccini, acelga, habas frescas, brócoli, coliflor, además de; zapallo, calabaza y zanahoria.
  • Frutas: de estación. Manzana, banana, naranja, pera, durazno, sandía, ciruelas, melón. Frutillas y kiwi todavía no.
  • Ricos en hierro y zinc como las carnes: vaca, pollo, cerdo, cordero con poca grasa, hígado y menudos (ofrecer 1 vez por semana).
  • Alimentos ricos en calcio: leche fluida entera, en polvo, yogur natural, quesos frescos.
  • Huevos: en preparaciones.
  • Leguminosas: porotos, garbanzos o lentejas sin cáscara.
  • Agua: ofrecer entre 50-100 ml en vasito varias veces en el día.

Alimentos que se deben evitar por lo menos hasta los 2 años:

  • Alimentos duros, pegajosos, como nueces, maníes y semillas porque se pueden atorar.
  • Picantes, sal, fiambres, chorizo y frankfurters.
  • Productos de copetín porque tienen muchas sal y aditivos.
  • Refrescos, jugos en polvo, café, té o chocolatadas.
  • Golosinas, alfajores y galletas rellenas industrializadas

La alimentación complementaria es muy importante para todos los niños, es un periodo de aprendizaje para el bebé, pero también para los padres, que con paciencia y mucho cariño será muy exitosa.

 

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