Las buenas críticas que ha recibido Wonder Woman han roto una racha que duraba años. Las películas de superheroínas no solo no tenían éxito, es que además eran malas. Aquí os damos cuatro poderosas razones de por qué las superheorínas tenían tan mala fama
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Supergirl (Jeannot Szwarc, 1984)
Nefasta imitación de Superman dirigía por Jeannot Szwarc quien ya se había puesto en evidencia así mismo años atrás dirigiendo Tiburón 2. Sus responsables pusieron toda la carne en el asador e invirtieron unos generosos 35 millones de dólares de la época en una película que, estaban convencidos, no podía fallar. Contrataron a nombres de prestigio como Faye Dunaway, Mia Farrow o Peter O´Toole pero el descalabro fue de escándalo. Superman, la original, que había costado veinte millones más recaudó en Estados Unidos 134 millones. Supergirl, 14.
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Catwoman (Pitof, 2004)
Demencial. Hacía mucho tiempo que se venía hablando de un spin-off de Batman Vuelve (Tim Burton, 1992) en donde aparecía una sugerente Michelle Pfeiffer enfundada en un traje de cuero imposible maullando como Catwoman. En su día fue de lo más valorado de una película que ha ido ganando con los años porque en su momento la pusieron fina.
Burton y Pfeiffer estuvieron mucho tiempo desojando la margarita pero al final, por diversas razones, ambos se apartaron del proyecto. De modo que con las manos libres Warner contrató a un director nuevo y con personalidad que no tuviera nada que envidiarle a Tim Burton y se decantaron por Jean Christophe Comar, más conocido como Pitof, un experto en efectos especiales que acaba de dirigir su pintoresca y delirante ópera prima, Vidocq. Aunque la intención era buena y con Halle Berry como Catwoman pocas cosas podían fallar, supongo que salió mal todo lo demás. No solo es mala, es también muy aburrida. Se estrelló en taquilla.
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Elektra (Rob Bowman, 2005)
Empezó con mal pie esta película. Era un spin-off de Daredevil, una cinta de 2003 en la que Ben Affelck era el aguerrido superhéroe y que también era muy aburrida. Elektra era un personaje original de los comics que no estaba muy claro si era buena o mala pero eso, claro, no interesaba demasiado en esta película.
Detrás de la cámara se puso Rob Bowman que había dado el salto de la televisión al cine con películas como Expediente X. Enfréntate al futuro y El imperio de fuego. Poco más se puede decir de una cinta que no gustó a nadie y disgustó a todo el mundo. Bueno, sí, que Jennifer Garner salía muy guapa pero eso no cuenta. El batacazo fue tal que su director no ha vuelto a dirigir un largometraje para cine desde entonces.
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Aeon Flux (Karyn Kusama, 2005)
Ahora que Wonder Woman ha sido un éxito se está hablando mucho de directoras que ha firmado taquillazos y es verdad, pero como con los hombres hay de todo.
Es el caso de Aeon Flux que la filmó la neoyorquina Karyn Kusuma una directora que sorprendió a propios y extraños con Girlfight (2000) pero todo parece indicar que se dejó engatusar por Hollywood y que terminó dirigiendo una película no especialmente honorable porque después Kasuma ha hecho películas muy interesantes (La invitación). El caso es que Aeon Flux estaba basada en una serie de animación pero ni Charlize Theron puedo salvar los muebles de una película terriblemente aburrida. Hoy nadie quiere oír hablar de ella sobre todo porque nadie se acuerda de ella.