La vejez en la Iglesia no es lo mismo que gerontocracia, subraya en el 25 aniversario de su ordenación como obispoQue los cardenales sean como “abuelos soñadores” para los jóvenes de hoy. Así lo dijo el papa Francisco en la misa celebrada esta mañana en la Capilla Paulina en el Vaticano, con los cardenales presentes en Roma, con ocasión del 25º aniversario de su ordenación episcopal. El pontífice afirmó que la vejez en la Iglesia no es sinónimo de “gerontocracia” y subrayó que no es necesario encerrarse en la melancolía, sino esperar siempre en el Señor como lo hizo Abraham.
“Levántate, mira, espera”. Francisco se detuvo en la figura de Abraham y su diálogo con el Señor, de la que habla la Primera Lectura. Abraham, observó, responde a tres imperativos que Dios le da: levantarse y no quedarse sentado; mirar el horizonte sin construir muros; esperar en el Señor que le dará descendientes numerosos como las estrellas. “¡Levántate! ¡Mira! El horizonte, no hay muros, el horizonte – dijo el Papa – ¡Espera! Y la esperanza es sin muros, es puro horizonte”:
Como Abraham, también nos dice el Señor: ¡Levántate! ¡Mira! ¡Espera!”.
“Cuando Abraham fue llamado, tenía más o menos nuestra edad: estaba a punto de jubilarse, jubilarse para descansar… Comenzó a esa edad. Un hombre anciano, con el peso de la vejez, esa vejez que conlleva dolores, enfermedades… Pero tú, como si fueras un jovencito, ¡levántate, ve, ve! ¡Como si fueras un scout: ve! Mira y espera. Y esta Palabra de Dios es también para nosotros, que tenemos una edad que es como la de Abraham… más o menos – hay algunos jóvenes aquí, pero la mayoría de nosotros está en esta edad -; y a nosotros hoy el Señor nos dice lo mismo: ¡Levántate! ¡Mira! ¡Espera!”.
Los cardenales no son gerontócratas, sino “abuelos soñadores” para los jóvenes
El Señor, retomó Francisco, “nos dice que no es hora de cerrar nuestra vida, cerrar nuestra historia, resumir nuestra historia”. El Señor, añadió, “nos dice que nuestra historia está abierta, todavía: está abierta hasta al final, está abierta con una misión. Y con estos tres imperativos nos indica la misión: ¡Levántate! ¡Mira! ¡Espera!”.
“Quien no nos quiere mucho nos dice que somos la gerontocracia de la Iglesia, se está burlando. No sabe lo que dice. Nosotros no somos gerontes: somos abuelos, somos abuelos. Y si no sentimos eso, tenemos que pedir la gracia de sentirlo. Abuelos a quienes nuestros nietos miran. Abuelos que deben darles un sentido en la vida con nuestra experiencia. Abuelos no encerrados en la melancolía de nuestra historia, sino abiertos para dar esto”.
“Y para nosotros, este ‘levántate, mira, espera’, se llama ‘soñar’. Nosotros somos abuelos llamados a soñar y dar nuestro sueño a la juventud de hoy: que lo necesita. Porque ellos tomarán de nuestros sueños la fuerza para profetizar y llevar hacia adelante su tarea”.
Hoy, dijo el Papa dirigiéndose a los cardenales presentes, “el Señor nos pide ser abuelos. Tener la vitalidad para dar a los jóvenes, porque los jóvenes lo esperan de nosotros”. Es necesario pedirle al Señor esta gracia “de ser abuelos, la gracia de soñar, y dar este sueño a nuestros jóvenes: lo necesitan”.
Las gracias del Papa a los cardenales: recen para que sea perseverante en la fe
Al final de la misa antes de la bendición, el Papa agradeció a los cardenales presentes a partir del cardenal decano, Angelo Sodano:
“Agradecerles por esta oración común en este aniversario, pidiendo el perdón por mis pecados y la perseverancia en la fe, en la esperanza, en la caridad. Les agradezco mucho por esta compañía fraterna y le pido al Señor que los bendiga y los acompañe en el camino del servicio a la Iglesia. Muchas gracias”.