Organizaciones civiles, religiosas y sindicales piden que se rechace estas iniciativas No obstante la petición a la Cámara de Representantes de 407 organizaciones religiosas, civiles y sindicales para que rechazaran las iniciativas “H.R. 3003” (“Acta de cero santuario a los criminales”) y “H.R. 3004” (“Ley de Kate”) elaboradas por la administración de Donald Trump, los legisladores Republicanos usaron su mayoría en el recinto legislativo y las aprobaron el pasado jueves 29 de junio.
Los firmantes de la misiva a la Cámara Baja arguyeron que de aprobarse ambas iniciativas de ley, no sólo recrudecerán el combate contra los inmigrantes indocumentados, sino que perjudicarán seriamente a las economías locales. Sin embargo, los representantes Republicanos las aprobaron, arropándose en el tema de la seguridad nacional.
Antes de iniciar un receso legislativo hasta el próximo 11 de julio con motivo de las celebraciones de la Independencia, los legisladores debatieron y sometieron a voto ambas iniciativas con las que el gobierno de Donald Trump comienza a movilizar la maquinaria para la deportación masiva de inmigrantes con antecedentes criminales.
La “H.R.3003”, bautizada como el “Acta de Cero Santuario a Criminales”, fue aprobada con 228 votos a favor y 195 en contra, y en su núcleo castiga con la privación de ciertos fondos federales a ciudades y jurisdicciones “santuario” que se nieguen a colaborar con los agentes de Inmigración.
La “Ley de Kate”, que recibió 257 a favor y 167 en contra, lleva el nombre de Kate Steinle, quien murió en 2015 a manos de un inmigrante mexicano indocumentado, Juan Francisco López Sánchez, en San Francisco (California) que había sido deportado cinco veces.
Sin embargo, en esta ocasión, 24 demócratas cruzaron filas y votaron a favor de la medida que impone fuertes penas carcelarias a inmigrantes indocumentados condenados por diversos delitos –incluyendo el conducir en estado de ebriedad- y que reingresen ilegalmente a Estados Unidos.
Inmigrantes no son criminales de carrera
En la misiva enviada a la Cámara de Representantes, las organizaciones que la firmaron subrayaban que la aprobación de la “H.R. 3003”, privaría de importantes recursos policiales a jurisdicciones locales y estatales, y que, además, violaría la Constitución, ampliando “innecesariamente el aparato de detención del gobierno”.
“Las políticas de santuario son críticas para promover la seguridad pública en las comunidades locales. Por temor a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), tanto víctimas como testigos de crímenes tienen mucho menos probabilidades de comunicarse con la policía”, explicaba la carta.
Las dos medidas tienen que ser sometidas a voto en el Senado, donde, de nueva cuenta, se dará el debate entre ambas fuerzas políticas, con el previsible cruce de líneas de algunos demócratas en la aprobación de la “Ley de Kate”. El presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, el legislador Republicano por Virginia, Bob Goodlatte, ofreció una férrea defensa de ambas medidas, convencido de que éstas fortalecerán la seguridad pública y nacional, protegiendo al país de “inmigrantes criminales”.
“Estoy de acuerdo con muchos de mis colegas en ambos lados, de que debemos tomar muchos otros pasos respecto a nuestro sistema de inmigración. Este Congreso tiene que aprobar fuertes medidas para asegurar que el cumplimiento de las leyes migratorias al interior del país sigue siendo una prioridad”, dijo Goodlatte.
Para los Demócratas, el homicidio de Steinle fue un “crimen horrendo” pero la “Ley de Kate” pinta injustamente a los indocumentados como criminales, cuando son el grupo que menos delitos comete y las ciudades “santuario” tienen menos incidencia de criminalidad, según numerosos análisis, incluyendo uno de la Universidad de California.
El legislador demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, acusó a los republicanos de avanzar una campaña de engaños con medidas que convierten a los inmigrantes en “criminales de carrera”, cuando la realidad es que la mayoría de los extranjeros busca cómo sobrevivir en este país.