Dicen que apapachar es una de las palabras más bonitas de nuestro vocabulario. Si nunca has oído hablar de ella, ponte música de bachata o sencillamente mira este vídeo
Verás qué hermoso es que a uno le apapachen. Que le abracen y le hagan mimos. Lo que tiene de particular este vídeo es que quien apapacha son nada menos que… animales. Y no precisamente pequeñitos.
Algunos son felinos, animales salvajes. Otros tienen fama de agresivos o peligrosos (ponte delante de una cabra y tú mismo verás que puedes alcanzar a Usain Bolt).
Pero ahí los tienes: son animales que muestran su agradecimiento instintivo a quienes los han cuidado, a la mano que les ha dado de comer durante tiempo, a la persona que los ha curado de una enfermedad. No olvidan que los han tratado bien y por eso responden con ese abrazo.
El Papa Francisco nos animó en la encícilica “Laudato si´” a cuidar la Naturaleza porque es obra de Dios y Él la ha puesto en nuestras manos. Si respetamos la Creación, descubriremos lo sorprendente y hermosa que puede llegar a ser.
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