Unas inscripciones en fragmentos de cerámica sugieren una actitud muy diferente hacia el pronunciamiento del nombre de DiosLos posibles secretos ocultos bajo la tierra siempre han sido la motivación de los arqueólogos. Ahora, debido a un fascinante descubrimiento, quizás queden muchos secretos por descubrir en restos ya desenterrados.
Una inscripción antes invisible en la parte trasera de un fragmento de cerámica de hace 2600 años, que llevaba expuesto durante más de 50 años en un museo de Jerusalén, ha ofrecido a unos investigadores nueva información sobre la vida durante el periodo del Primer Templo de Israel.
El fragmento de cerámica fue descubierto en la fortaleza del desierto de Arad en 1965 y data del 600 a. C., antes de que el Reino de Judá fuera destruido por el rey babilonio Nabucodonosor, según informa el Jewish News Service.
Los investigadores usaron sofisticadas imágenes multiespectrales de alta tecnología, no disponibles hace 50 años, que revelaron inscripciones en la parte trasera del fragmento que antes eran invisibles.
El proceso de sensores de imágenes añade filtros adicionales, en especial en el escaneo de fragmentos de cerámica o piedra con inscripciones, denominados óstraca, y utiliza algoritmos para producir una imagen óptima.
Tras descifrar 50 caracteres de la parte trasera, los investigadores entendieron que la inscripción anteriormente oculta era una continuación del texto en el frontal. El texto recién descubierto comienza con un encargo de vino y una garantía de asistencia si el destinatario tuviera peticiones propias.
“Parece que estos tipos bebían bastante, o quizás el vino se usaba por razones antisépticas”, observó Shaus.
Lo que es quizás más significativo es su uso, comparativamente libre, del tetragrámaton, las cuatro letras hebreas empleadas para el nombre de Dios: Y-H-W-H. Según la valoración de Arie Shaus, demuestra una actitud muy diferente hacia las leyes judías. Shaus, de la Universidad de Tel Aviv, fue uno de los investigadores principales que estudiaron el objeto.
“La parte frontal de la pieza se estudió meticulosamente y empieza con algún tipo de apertura estándar de carta, con una persona bendiciendo a otra usando el nombre de Dios, ‘Y-H-W-H’”, dijo Shaus a JNS.org.
Este uso del lenguaje sagrado es “interesante e importante” porque muestra que la religión y las leyes judías que usan actualmente los judíos modernos “son un poco diferentes a lo que se practicaba por entonces”. El hecho de que los judíos que vivían en Israel hace 2600 años pudieran escribir “libremente” el nombre completo de Dios difiere de la ley judía moderna que prohíbe esta práctica.
Este descubrimiento nuevo es parte de varios grandes proyectos de investigación en marcha actualmente en Israel para obtener imágenes de todos los óstraca o fragmentos de vasijas disponibles. El escáner de imagen multiespectral, que en este caso desveló cuatro líneas nuevas de texto en el frontal de la pieza, realza las inscripciones existentes.
La idea de escanear la parte trasera del fragmento surgió cuando un técnico de la Universidad de Tel Aviv sospechó que podría haber más inscripciones ahí.
“Escaneamos la parte trasera y quedamos atónitos por el descubrimiento. Tenía un aspecto estupendo usando esta técnica y hacía 2600 años que no era visible para nadie”, afirmó Shaus. “Pero también es un poco trágico, porque ahora pensamos en todas las inscripciones que quizás hayamos perdido”. Durante las excavaciones arqueológicas se descartan muchas piezas de alfarería.
Pero nunca más. Gracias a este descubrimiento, los investigadores tendrán una perspectiva diferente a la hora de tratar con fragmentos de cerámica encontrados en excavaciones arqueológicas.
“Quizás deberían escanearlo todo directamente”, declaró Shaus. “Quizás hayamos perdido más inscripciones de las que hemos descubierto, pero no nos habíamos dado cuenta hasta ahora. Es trágico, pero también somos optimistas, porque ahora disponemos de la tecnología para hacer esto”.