Papa Francisco supo de la construcción de 15 viviendas y les envió una carta de apoyoLa hermana Mónica Astorga es una religiosa carmelita descalza de la provincia de Neuquén, en la Argentina. Hace algunos años, tomó gran repercusión la obra que emprende en su provincia para dar apoyo acogida a personas transexuales que buscan dejar la prostitución. Según han dado amplia difusión medios de su provincia, el Papa Francisco le escribió una carta haciéndole saber que a ella y a su convento los lleva en su corazón, “como también a las personas con las que trabajan”.
El correo del Papa tiene que ver con la construcción de 15 viviendas que serán hogar para estas personas. Además, según informa la Agencia AICA, el Papa supo de la apertura de un hogar de ancianos que llevarán adelante desde el grupo.
La obra nació hace 11 años, cuando le pidieron a la hermana Mónica que desde el Convento ayude a Romina, una persona travesti que reconocía trabajar de prostituta porque no conseguía otro empleo. Hace algunos años, relataba al diario neuquino La Mañana: “Romina había ido a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes del barrio Progreso para dar el diezmo, y cuando le preguntaron de qué trabajaba, respondió que se prostituía porque por su condición de travesti no conseguía otro empleo. Le preguntaron si necesitaba ayuda y fue ahí que (…) se contactaron conmigo y me preguntaron si podía ayudarla”.
Cuando la hermana Astorga la conoció y la escuchó, Romina le pidió ayuda para dejar la prostitución. Y le dijo que todas estaban en la misma situación. Lo primero que hizo cuando las convocó, según reveló en esa entrevista, fue invitarlas a rezar.
Durante los más de diez años de trabajo, la religiosa procuró dar esperanza con capacitaciones y actividades a un colectivo al que considera “el más marginado”. Con las viviendas, busca responder a un anhelo que le planteó Katy, quien al hablarle de sus sueños le dijo que soñaba “una cama limpia para morir”.
La Hermana consiguió unos terrenos municipales para que se emprendan las nuevas viviendas, pero los vecinos, al confundir la toma de posesión con una toma ilegal, reaccionaron negativamente. La hermana Astorga, escribió La Mañana, fue pacientemente casa por casa “calmando los ánimos”.
En una carta anterior el Papa ya había alentado a la religiosa, al escribirle “En la época de Jesús, los leprosos eran rechazados así. Ellas son los leprosos de la actualidad. No dejes el trabajo de frontera que te tocó”.