El Atrio de los Gentiles reflexiona sobre la inteligencia artificial Filósofos, científicos y académicos debatieron esta cuestión en el Atrio de los Gentiles, que tuvo lugar recientemente en la Embajada de Italia ante la Santa Sede, en Roma. Filósofos, científicos y académicos debatieron esta cuestión en el Atrio de los Gentiles, que tuvo lugar recientemente en la Embajada de Italia ante la Santa Sede, en Roma.
El cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura (www.cultura.va) intervino en el encuentro y destacó algunas novedades que la Inteligencia Artificial conlleva:
– Las capacidades extraordinarias otorgadas a las máquinas pueden llegar a cambiar lo que conocemos como condición humana: Correr, cocinar, conducir, leer, escribir, componer, e incluso aprender de la experiencia son acciones que podrán hacer máquinas de forma autónoma. Las grandes posibilidades de estos avances se contemplan a la vez que sus grandes y también muy posibles riesgos.
– El riesgo de dejar sola a la tecnología. El cardenal Ravasi explica el Papa, en la Laudato Si, ha introducido el tema del paradigma tecnocrático. Es por eso, según Ravasi, que se debe tener en cuenta la técnica desde diversas disciplinas y perspectivas. “El verdadero científico no es nunca únicamente técnico, es aquel que considera todo el panorama en el que estamos inmersos”, destaca.
– Inteligencia primera, la humana: Cabe recordar que las otras inteligencias han sido elaboradas por una inteligencia primigenia, que es la de la persona humana. Ravasi cuestiona así la expresión “inteligencia artificial” y abre el debate de si este concepto supone un oxímoron.
– No se trata de “personalidad”, sino de “razón”: Ravasi critica las expresiones de “personalidad electrónica” o “personalidad informática”. En realidad, según él, no se trata del concepto de “personalidad”, la conciencia, la razón y el pensamiento son los grandes distintivos de la persona humana.
– Descubrimientos “extraordinarios e impresionantes”, sobre todo en el campo de la salud: Según el padre Benanti, también participante en el Atrio y citado por el cardenal en una entrevista con Radio Vaticano, cabe destacar la utilidad y las ventajas de disponer de inteligencia artificial que gestione la información de salud con fines muy ventajosos para la humanidad, pero existen dos grandes riesgos: la pérdida de puestos de trabajo y la gestión descontrolada de la tecnología. ¿Esta gestión llevará al punto de eliminar la muerte y por tanto, replantear la condición humana? Es una pregunta muy relacionada con las reflexiones de Ravasi que se hace Albert Cortina autor del libro Humanos o Posthumanos editado por Fragmenta.
– Si la ciencia avanza viene para quedarse, pero cabe preguntarse dónde se situará la conciencia: que se consideraba como el elemento capaz de diferenciar a la humanidad como responsable de las propias acciones, de distinguir el bien del mal. Un cerebro artificial que imita el comportamiento humano está lejos de tener una auténtica libertad, explica Ravasi y subraya que hasta el astrofísico Stephen Hawking advierte del uso incontrolado de la tecnología.
“No nos daremos cuenta hasta que no veamos a robots matando gente en la calle”, señalaba Elon Musk, CEO de Tesla, esta pasada semana en una conferencia de gobernadores estadounidenses. El mismo Musk reclamaba la necesidad de regular la inteligencia artificial “antes de que sea demasiado tarde”.
¿Quién garantizará el uso ético de esta tecnología? se pregunta el cardenal en la misma línea y reitera que es necesario armonizar el desequilibrio entre estos dos horizontes. No basta solo la tecnología actúe por ella misma. El mundo humanístico tiene un rol destacado y la filosofía, la cultura, la teología y las religiones se interrogan siempre sobre un único sujeto que es el humano, la criatura humana.