Estimaciones extraoficiales de las autoridades mexicanas indican que en el país se lavan de 50,000 a 60,000 millones de dólares al añoEl viernes pasado, el equipo Atlas de Guadalajara, uno de los equipos más queridos por la afición de esa ciudad, saltó a la cancha del Estadio Jalisco para su juego contra el América portando todos los jugadores –para la foto inicial– la camiseta con el número 4 de Rafael Márquez.
El miércoles pasado, Márquez, quien era capitán de la Selección Mexicana, un veterano que iba por su quinto campeonato mundial de fútbol, ex jugador del Barcelona, de equipos franceses e italianos, fue acusado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de participar como prestanombres en una red de lavado de dinero que comandaba Raúl Flores Hernández, “El Tío”.
Aunque sus coequiperos del Atlas y muchos otros colectivos del fútbol mexicano le hayan dado un espaldarazo a Márquez, presumiendo su absoluta inocencia en el caso, lo cierto es que, con esta acusación, su carrera ha terminado. Para tristeza de muchos, puesto que era puesto como un ejemplo de solvencia futbolística y de apoyo a los menores para sacarlos de la pobreza a través, entre otras cosas, de una fundación en las que se les preparaba para jugar al fútbol.
La defensa de Rafael Márquez ha dicho (y él mismo también lo ha hecho en sus declaraciones ante la Procuraduría General de la República) que es absolutamente inocente, y que no conocía a “El Tío”. Quizá quienes le manejaban el dinero fueron los que metieron en este problema muy serio al futbolista.
Pero, como dijo el representante del Partido Republicano de Estados Unidos en México, Larry Rubin, es “muy difícil que haya un error en la investigación del Departamento del Tesoro”.
Lo cierto es que la posibilidad de que Márquez, junto con la del cantante popular Julión Álvarez, también considerado dentro de esta “lista negra” que ha ido elaborando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde hace, por lo menos dos años, esté involucrado, es una demostración del crecimiento (a todos los niveles) de la “industria” del lavado de dinero en México.
Un serio, muy serio problema
Un reciente estudio de la firma Global Financial Integrity, señala que el sistema financiero mexicano es uno de los más vigilados por las autoridades para evitar el lavado de dinero y también es el que más reportes y alertas envía de posibles operaciones ilícitas.
“Sin embargo, esto no se refleja en un número importante de condenas, extinción de dominio o recuperación y decomiso de activos. Indica que México es el tercer país en el mundo con el mayor flujo de recursos financieros ilícitos, con un monto estimado en 53,000 millones de dólares en promedio, entre 2004 y 2013. Sólo es superado por China y Rusia, con 139 mil y 105 mil millones de dólares en promedio por año”.
Estimaciones extraoficiales de las autoridades mexicanas indican que en el país se lavan de 50,000 a 60,000 millones de dólares al año, monto que dista mucho de los recursos incautados.
Cifras de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, revelan que el número de reportes de operaciones inusuales emitidos por las instituciones financieras repuntó en los últimos tres años, de 75,500 en 2013 a casi 168,000 en 2016. En el mismo periodo los reportes de operaciones preocupantes se duplicaron de 122 a 248.
Ciertamente, el problema de Rafa Márquez, como se le conoce en el mundo del fútbol, es grave. Pero es una pequeña, muy pequeña parte de la enorme irrupción del dinero negro, producto del narcotráfico y del crimen organizado, que se “lava” en México.