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Huertos urbanos, una tendencia nutricionalmente saludable para todas las edades

GARDENING
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María Eugenia Brun - publicado el 14/08/17
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Verás que las frutas y verduras recuperan el sabor que habían perdido con los pesticidas. Y ese es solo uno de los beneficiosLos huertos urbanos son una tendencia en América Latina y en el mundo -que a pesar de que no es nueva porque comenzó hace un par de décadas-  ha ido ganado cada vez más adeptos.

El término de huerta urbana o también llamado, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FAO en inglés), “agricultura urbana”, hace referencia a superficies reducidas que se encuentran en la ciudad y se destinan para cultivar alimentos.

Se realizan principalmente en solares que estén vacíos, en patios o terrazas y los transforman en huertos comunitarios y familiares. Lo practican personas que trabajan en la ciudad pero que viven ahí.

Es una forma de tomar mayor conciencia sobre el medio ambiente, así como la necesidad de saber qué es lo que se está comiendo.  Algunos aspectos como el uso de pesticidas y la pérdida de sabores en las frutas y verduras conservadas en frío, han llevado a que cada vez más personas decidan comenzar a cultivar sus propios alimentos.

¿Es posible hacer uno en casa?

Sí, claro. Si tienes un terreno, es mejor; pero si no es así, puedes plantar en tu balcón o terraza en macetas o jardineras de acuerdo al espacio que dispongas. En esta página puedes encontrar cómo comenzar. http://ecoinventos.com/como-montar-un-huerto-en-casa/

Se pueden plantar, por ejemplo, tomates cherry, lechugas, cebollas, romero, albahaca, frutillas, acelga y muchos más en base al espacio con que cuente cada persona.

A nivel mundial hay muchos ejemplos del cambio de hábitos alimentarios a través de huertos urbanos. Los tres que te presento a continuación son una mínima muestra de lo importante que puede ser el desarrollo de esta actividad.

La cárcel Professor Jacy de Assis (Brasil). En este lugar los presos cultivan sus propios alimentos en una huerta dentro de los muros. Producen más de 400 cajas de hortalizas y verduras por mes. Los cuales son para su consumo y el resto son donados a la caridad. Además, han construido una estructura para captar el agua de lluvia y así ahorrar agua y reducir costos.

La ciudad británica de Todmordem. Se trata de un lugar que ha cambiado por completo su alimentación y para todo el mundo es un ejemplo de producción local de alimentos. Bajo el concepto llamado “Incredible Edible” (comida increíble) y con la ayuda del municipio han promovido un proyecto para que su población siembre y cultive todo tipo de alimentos y poder abastecer gratuitamente a toda la pequeña ciudad. Desde la estación de bomberos o de policía de la ciudad, todos tienen su propio huerto urbano, hasta las escuelas locales.

En Uruguay también se están viendo cada vez más huertas urbanas y comunitarias en la ciudad y hasta distintas empresas se están sumando a apoyar esta propuesta. Se están realizando en balcones, en terrazas de edificios, en hogares de ancianos, en escuelas, en lugares en desuso. La idea es ir más allá y llegar a hospitales, a estacionamientos de supermercados y demás lugares. Así como también aprovechar los desechos orgánicos que se producen en cada hogar, tienda u hospital y poder usarlos para hacer el compost (abono natural).

Beneficios de tener un huerto urbano

Es educativo y saludable: pueden participar los niños y jóvenes, aprenden sobre la variedad de hortalizas y frutas, los diferentes tipos de cultivos. Ayuda sobre todo a consumir distintas frutas y vegetales frescos, porque desean probar aquello que han plantado con sus propias manos. Además, aprenderán que se debe trabajar en equipo, ser responsables con el cuidado de los cultivos. Entenderán, valorarán y respetarán la naturaleza.

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Imagen en Accion-CC

Aprender a reciclar: los restos de comida, por ejemplo, se pueden usar para hacer abono orgánico (el compost). También a la hora de plantar se puede elegir elementos poco convencionales como cajones de madera o algún material reutilizable.

Comer alimentos frescos y sin agroquímicos: el uso habitual de agroquímicos con el fin de evitar las plagas modifica el sabor característico de los alimentos. Por eso al plantar uno mismo, se optarán por formas más ecológicas de controlar las mismas y por ende el sabor de los alimentos será incomparable.

Mayor aporte de nutrientes: al usar frutas y vegetales recién cosechados y prepararlos en el momento, se conservan todos sus nutrientes, como vitaminas y minerales.

Mejora la alimentación: producir alimentos sanos lleva a consumir preparaciones más saludables, a la vez que crea buenos hábitos alimentarios en las familias.

Promueve la comida casera: el hecho de tenerlos cerca y poder cosecharlos en el momento, hace que uno aproveche para realizar preparaciones caseras y por lo tanto más saludables, y por supuesto ayuda a disminuir el consumo de alimentos pre-cocidos.

Ahorro de dinero. El coste de producir nuestras propias hortalizas es muy inferior al precio que encontramos en el mercado, ya que en estos lugares en el precio está incluido el costo del traslado del establecimiento al mercado.

Mejora la salud mental: tener o participar de alguna de estas huertas genera momentos de esparcimiento y serenidad frente a estilos de vida cada vez más agitados.

Genera lazos de solidaridad y pertenencia: en el caso de los huertos comunitarios, estos estimulan el encuentro entre vecinos al organizar de manera colectiva las tareas del huerto.

Ahora ya sabes que si tienes algún espacio libre en tu hogar, podes hacer tu propio huerto o puedes unirte o crear alguno con tus vecinos. Son muchos los beneficios para la salud que podes obtener de ellos. ¡Anímate a esta nueva experiencia, no te vas a arrepentir!

 

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