Nunca ha escondido su homosexualidad. Sin embargo, ha buscado el modo de vivirla de acuerdo con la fe y acude a la iglesia a menudo
Después de que durante medio siglo ha vestido a las mujeres más célebres y glamurosas del mundo con vestidos de un gusto irreprochable, el estilista Valentino disfruta hoy de sus 85 años permitiéndose andar por ahí sin dinero pero al mismo tempo cada día rezar y yendo a la iglesia a menudo.
Respeto y trabajo
En una entrevista al Corriere della Sera (8 julio), habla de las personas más queridas por él, las que lleva en el corazón, y de su relación con la fe. Sus padres y su hermana, dice, le enseñaron “el respeto por el trabajo, por el dinero ganado con esfuerzo”.
“Usted ha estado muy unida a su madre: si pudiera hablar con ella, ¿qué le diría?”, le pregunta el periodista. Y él responde: “Gracias por haber creído en mí cuando a los 17 años me marché a París… A expensas de ti”.
Las personas más amadas
En la actualidad, las personas más importantes de su vida son “mis sobrinos, naturalmente, y muchos amigos que se han convertido en mi familia… la famosa Tribu de Valentino“. Además de ellos, también sus dos perritos, a los que está muy unido: “Solo quedan dos”.
Reza todos los días
Valentino, además, nunca ha escondido su homosexualidad. Si compañero durante 12 años fue Giancarlo Giammetti. Pero no por ello vivió la homosexualidad como incompatible con la fe. Siempre se ha definido como “muy creyente” (Marie Clarie, 10 maggio) y confiesa que hoy por hoy va a menudo a la iglesia y reza todos los días por Giancarlo.