Cuadrados, círculos, triángulos; todos tienen profundos significados espirituales.El mundo clásico veía la belleza en el orden y el diseño de la creación; todo tenía un significado. Los cristianos adoptaron rápidamente estas verdades fundamentales en su intento de representar las enseñanzas cristianas en el arte.
Los círculos eran considerados un símbolo de la eternidad y se usaron en los halos de los santos en el paraíso además de como representación general del Dios Eterno.
Los triángulos se usaron a menudo para representar la Santa Trinidad. Cuando Dios Padre se representaba visualmente, en ocasiones llevaba un halo de forma triangular.
Los cuadrados se consideraban un símbolo del mundo. Al tener cuatro lados, el cuadrado también se conectaba a menudo con los cuatro evangelistas que llevaron los cuatro evangelios por los cuatro rincones del mundo.
Los pentáculos o estrellas de cinco puntas, aunque con los magos de la Edad Media los usaban con frecuencia, primero los usaron los cristianos para representar las cinco llagas de Cristo.
Los óvalos o formas almendradas, que reciben el nombre de mandorlas, eran un símbolo común en la iconografía oriental. Un halo completo en forma de mandorla representado detrás de la figura de Jesucristo era un símbolo de su divinidad y su gloria.
Había una organización geométrica popular en el arte cristiano denominado quincunx o quincunce. El artista David Clayton lo explica como una “disposición de cinco formas equivalentes con cuatro organizadas simétricamente alrededor de una quinta dispuesta centralmente (…). Los cinco puntos de un dado, por ejemplo, forman una disposición de quincunce”.
Clayton continúa explicando el simbolismo cristiano: “El quincunce puede considerarse como el equivalente geométrico de la imagen tradicional de Cristo en Majestad. Alrededor de la imagen central de Cristo entronizado vemos cuatro figuras que representan los cuatro evangelistas que llevan la Palabra a los cuatro rincones del mundo”.