Los obispos colombianos realizaron un balance de la visita y coincidieron en que ha quedado una tarea muy grande: la reconciliación del paísLa Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresó su alegría y agradecimiento por la visita Apostólica del papa Francisco a Colombia.
Así lo hizo saber en una rueda de prensa realizada este jueves, en la que estuvieron presentes el nuncio apostólico, Ettore Balestrero, el cardenal primado de Colombia, Rubén Salazar Gómez, el presidente de la CEC y arzobispo de Villavicencio, Oscar Urbina Ortega, el director ejecutivo de la visita y obispo castrense, Fabio Suescún Mutis, y el secretario general de la CEC, Elkin Álvarez Botero.
Entre otras cosas, Salazar salió al frente de la polémica por el titular de un periódico español que usó la única frase del discurso del papa Francisco contra el narcotráfico en Medellín y que no alcanzó a aguar la fiesta de la fe en el país. “Francisco, en la patria de los narcos”, decía el titular.
“A ese titular no hay que darle importancia. El mismo periódico El Mundo de España se excusó diciendo que simplemente con ese titular había buscado llamar la atención”, dijo el también cardenal primado de Colombia.
Sucesivamente comentó con vehemencia: “Colombia ya no es la patria de los narcos, ni es la patria de los guerrilleros, ni es la patria de la delincuencia. Somos fundamentalmente un país donde todos los días luchamos por construir un mundo mejor y de solidaridad”.
En los últimos años nuestra historia ha sido la de una lucha permanente para estabilizar todo aquello que impida que vivamos como comunidades fraternas y lo estamos logrando. “Colombia es muy diferente a esa época en la cuál podía ser llamada la patria de los narcos”.
La visita del Papa Francisco sirvió también para limpiar la imagen de Colombia y los colombianos. En este sentido, Balestrero destacó que el mundo entero se ha dado cuenta de lo que en realidad es Colombia hoy y que no es lo mismo que hace 30 o 40 años, un país donde nadie quería venir. “Hoy es un país pujante, donde la gente es capaz, trabajadora, con muchas potencialidades y recursos naturales que el Papa Francisco hizo notar”.
LA CEC agradeció al pueblo colombiano por la acogida al Sucesor de Pedro. Y se reconfortaron con las afirmaciones del Papa sobre haber visitado a un pueblo gozoso a pesar de los sufrimientos, palabras pronunciadas en la audiencia general del pasado miércoles. Igualmente, se extendieron los saludos a la organización del viaje apostólico del Papa y sus colaboradores, en la esfera institucional al presidente de la República, Juan Manuel Santos y los sistemas de seguridad, Policía y Ejército.
Igualmente, el foro de la CEC expresó gratitud a los fieles y sacerdotes que acompañaron al Papa durante las misas en donde se congregaron 3.500.000 de personas en las cuatro ciudades que visitó.
Ahora, reflexionaron los obispos, es necesario que tengamos presentes esta apremiante invitación del papa Francisco antes de despedirse del país: “salir al encuentro del otro y no quedarse en el primer paso (lema del Viaje) y estar parados”.
“Semilla” que debe crecer y “germinar” para cosechar frutos de justicia, reconciliación y paz. La Iglesia colombiana alentó a perseguir un nuevo impulso evangelizador que influya en el ámbito social, económico y en la justicia. Así la cúpula de la CEC quiso saludar y dar un balance positivo y real sobre la visita del Papa Francisco.
Trabajo en equipo
Suescún Mutis aseguró que se pueda “dar parte” de un “gran acontecimiento”. Así agradeció a los medios de comunicación social por su aporte en dar visibilidad a la visita. Oportunidad para seguir la visita y manifestar quienes son los colombianos, más allá de las malas noticias. Una “bendición” y “un bálsamo” que fueron las “enseñanzas del Papa”. Amanecimos con una “orfandad” cuando el día siguiente el Papa salió del país.
El éxito de “la visita fue el resultado de equipo”, constató. “Todos le pusimos el corazón […]. Demostramos que Colombia, estaba preparada”, dijo al referirse a la labor de preparación de este evento tan importante en décadas y con tanta agregación de multitudes alrededor del “huésped de honor”.
Suescún destacó que los medios de comunicación en general trasmitieron la fe y la “sintonía del Papa con el pueblo colombiano”, sin politizar o desinformar. “Nadie pudo decir que se sentía aislado en la visita”.
Por otro lado, señaló que la esperanza del Papa contagió el país para evitar “derrotismos” “victimismos”. En esto, subrayó que Francisco conocía muy bien el contexto de estas tierras: “No fue un mensaje espiritualista”, sino concreto.
Balestrero sostuvo por su parte que queda “un poco de nostalgia, reflexión” y “tareas por hacer”. Además manifestó que fue una fiesta alegre de la fe. “No se pueden explicar estas multitudes, casi el 20% del país la población se movilizó para ver al Papa”. Todo esto son elementos de alegría, “de un pueblo que vio que lo puede hacer y que puede vivir sin violencia”, “acompañado por el Papa”.
El Papa “nos invitó acercarnos a los otros, como la carne de Cristo, especialmente por los marginados”. Poner en práctica la palabra del Papa. “Autoreflexión del país, cada uno tiene su tarea, itinerario, su camino para hacer”, y para darle sentido a la vida de cada uno.
Por su parte, Urbina destacó que tras el viaje ha quedado una tarea muy grande: “La reconciliación del país”. “La reconciliación tiene que partir de un trabajo serio con y para las víctimas” y con los “pobres”, como dijo Francisco – “porque la desigualdad genera más problemas sociales”.
El diálogo a través de “la palabra”, y el “rescate ético”, destacó que son elementos importantes para cambiar la mentalidad de los colombianos “de que el fin justifica todo”.
“La reforma rural”, es importante para un desarrollo integral, destacó. Además de indicar que el Papa quedó muy entusiasta de las distintas culturas dentro de Colombia. Un inmenso poliedro”.
“El conflicto nos ha dejado desconfianza, miedos, tenemos que llegar a reconocernos y vivir como hermanos”, destacó. “No le tengan miedo a la verdad, la justicia, a pedir y ofrecer perdón”, destacó Urbina, parafraseando al Papa Francisco. Un trabajo para el bien de todo el país.
¿Y cuáles son los desafíos?
“Ojalá, sí esta vez, Colombia si escuche al Papa, lamentablemente después de las ultimas visitas, Colombia no escuchó al Papa (Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986). Es un mensaje claro, convincente, y nos muestra nuestro caminar como comunidades, iglesia y como personas”, señaló Salazar.
Invitó a asimilar la visita del papa Francisco y presentó un librito con todas las homilíasdel Papa. “La gran tarea es crear un país nuevo, caminar hacía algo que todos necesitados. La visita del papa es como un momento de lluvia en tiempos de sequía y un desierto”. “Ahora, tenemos la oportunidad de cambiar ese desierto por un jardín de reconciliación, de justicia y de paz”.
Asimismo, citó los discurso del Papa al CELAM. Una Iglesia en camino que ha dado un primer paso y “que todos tenemos que caminar hacía un futuro mejor”.
El diálogo con el ELN
El papel de la Iglesia en los diálogos con el ELN. “Cumplir la misma tarea, acompañar y tender puentes, lo otro le corresponde al gobierno”, dijo Urbina Ortega, respecto al papel futuro que tendrá la Iglesia en el proceso de diálogo con el ELN, cuando comenzará el 1 de octubre el cese al fuego del ELN, la segunda guerrilla más beligerante del país
“El Papa valoró el corazón colombiano. Un tesoro que no ha sido explorado suficientemente, un sueño que aún no está realizado. El Papa fue un gran sembrador. Puede haber corazones refractarios con la reconciliación, corazones emocionados en los que después se desvanece el efecto….Pero yo sé que hay buenos corazones que son buenos terrenos” para el mensaje del Papa”, sostuvo Monseñor Urbina
¿Qué pasará con los objetos que usó el Papa?
Cada Iglesia destinará los objetos que usó el Papa museos o, en el caso de Bogotá, se han distribuido en los lugares más pobres de la arquidiócesis.
En Villavicencio, en Malocas, se inaugurará un museo, los ornamentos y el altar están destinados para construir una Iglesia en el terreno que se prestó a la misa en Villavicencio.
La Cruz Gigante en Bogotá, se ubicará en un lugar visible en la capital colombiana para que nos “muestre la presencia de Jesús y la visita del Papa”, dijo Salazar.
Las tres diocesis urbanas (Fontibón, Engativa, Soacha) trabajarán para llevar en las periferias el Evangelio, manifestó el Cardenal colombiano.
El buen ejemplo de Francisco
En tanto, Balestrero aseguró que el Papa ha dejado un ejemplo de “austeridad consigo mismo” que hizo reflexionar a todos los miembros de la Nunciatura. Una austeridad de un “hombre de casi 81 años, que no deja de ser el Papa, llega después de 11 horas de viaje, de haberse quedado de pie por más de una hora y media, después ha saludado a la gente frente a la Nunciatura y la mañana siguiente a las 4,30 am se despierta y allí se queda una hora. Y así lo hizo todos los días. Es un ejemplo de sencillez”, expresó.