Vuelve a ser identificada en Islas Galápagos tras 150 años “Con los resultados de esta investigación estamos diciendo al mundo que es posible revertir los efectos negativos sobre la naturaleza”.
Así se expresó el ministro del Ambiente de Ecuador, Tarsicio Granizo, luego de conocerse la recuperación en las Islas Galápagos, ese maravilloso archipiélago perteneciente a Ecuador, de una tortuga gigante que se la consideraba extinta hace más de 150 años.
[BOLETÍN] Después de 150 años renacerá una tortuga extinta en Galápagos https://t.co/xaG3g1X1Tg pic.twitter.com/GCkO78Tn5Q
— Ministerio Ambiente, Agua y Transición Ecológica (@Ambiente_Ec) September 13, 2017
En el mismo sentido se refirió Walter Bustos, reproduce La Hora, el encargado de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DNPG). “Le estamos entregando al mundo una buena noticia (…) Un regalo que le damos a la humanidad”, remató.
Se trata de un ejemplar gigante perteneciente a la especie Chelonoidis niger, arraigada a la isla Floreana, una de la tantas que componen el archipiélago.
Gracias a una iniciativa que trabaja en pos de la restauración de las tortugas gigantes (proyecto en el que trabajan científicos y varias personas vinculadas a la DNGP y a la organización Galápagos Conservancy) será posible que esta especie nuevamente identificada sea reproducida en cautiverio para luego de cinco años liberarla en su lugar de origen.
https://twitter.com/tgranizo/status/907978199908352001
Para llegar a esta instancia fue clave un proceso de investigación que se viene desarrollando hace más de una década y que tuvo que ver con exploraciones al volcán Wolf, el pico más alto de Galápagos, ubicado en la isla Isabela.
Fue ahí donde fue posible, mediante análisis genéticos, dar con los diferentes niveles de ascendencia de la tortuga, de caparazón tipo montura, que ha sido recuperada.
A la hora de encontrar alguna explicación sobre la extinción de esta especie hace más de 150 años, diversas recopilaciones indican que en la isla Floreana tanto los balleneros como otros navegantes utilizaban a esta tortuga como fuente de alimentación para los tiempos de largos viajes.
Era en la propia falda del volcán Wolf –zona de la expedición- donde, para desocupar bodegas, los ballenatos dejaron en aquellos años una gran cantidad de tortugas recogidas en distintas islas del archipiélago, indica La Hora en base a la propia DNPG.
Las Islas Galápagos, lugar donde tanto se habla de conservación, es Patrimonio Natural de la Humanidad desde el año 1979, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Lo acontecido con esta tortuga gigante también es una lección de esperanza y de que no todo está perdido, al tiempo que representa un verdadero símbolo del hombre como custodio de la Creación.
Para esta tortuga hay un nuevo comienzo y solo resta esperar que vuelva a cumplir su función, siendo herbívoros fundamentales, dentro de un ecosistema determinado.
“(…) Estamos llamados a reconocer que los demás seres vivos tienen un valor propio ante Dios y, ‘por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria’” (Laudato Si, 69-70).